“Mientras más crece la espiga de trigo, más se inclina. Lo mismo sucede con el karateca: mientras más rango tiene, más humilde debe ser. Ese es un postulado en este deporte. Por eso, la pelea es el último recurso que tiene un karateca. Hay otros medios que se deben utilizar para no llegar a la lucha, y eso se va aprendiendo con el tiempo. Mientras más aprendés en el karate, más humildad debés tener”, asegura Alejandro Montemartini, sempai (en japonés, persona con más experiencia o jerarquía) de la Escuela Miyazato de Karate Do de Leones.
Este espacio surgió hace 7 años. En sus inicios, funcionó en el Centro Cultural Municipal y desde 2024 en la Sociedad Italiana, donde una decena de alumnos, especialmente niños y jóvenes, practican los lunes y miércoles, de 20 a 21.30.
Alejandro empezó karate en su adolescencia, hace 45 años, y con el tiempo fue creciendo hasta convertirse en cinturón negro cuarto dan, tras rendir diferentes exámenes y realizar la Diplomatura en la Enseñanza del Karate Do en la Universidad Nacional de Villa María.
“Comencé con el karate en el verano de 1979, en el Country Club de Bell Ville. Un primo hermano sabía que me gustaban mucho las artes marciales y me invitó a sumarme. «¿No querés venir conmigo a karate? Es espectacular para que se te vaya el miedo», me dijo y así empecé. Fue prácticamente amor a primera vista. En 1989, por razones de la vida, tuve que dejar y en 2014 retomé”, cuenta el instructor oriundo de Bell Ville, que desde 2004 vive en Leones.

Gustavo Foricher fue su primer sempai, pero Alejandro también recuerda a otros que lo marcaron a lo largo de su formación como Carlos Pedro González, quien está a punto de cumplir 55 años en esta disciplina. Hoy, sus referentes son el sensei Masatoshi Miyazato, actual director general de la Escuela Miyazato de Karate Do de Córdoba, y Mariano Montedoro, a cargo de la escuela de Bell Ville.
“González nos enseñó muchísimo, recuerdo que nos llevaba a entrenar fuera de horario y que nos hacía endurecer los puños con makiwara (NdR: un poste de golpe acolchado oriundo de Okinawa) o hacer punto con bolsa”, le comenta Montemartini a Nuevo Día.
De Okinawa a Leones
En la Escuela Miyazato de KarateDo local se practica el karate tradicional, uno de los diferentes estilos de este deporte de origen japonés, que en la provincia de Córdoba fue impulsado por distintos referentes. Con el tiempo, estos karatecas crearon escuelas como la de la familia Miyazato, cuyo dojo (sede) está en la ciudad de Córdoba.
En el siglo pasado, esta disciplina fue expandiéndose en localidades del interior y desde allí, algunos de sus karatecas, como Alejandro Montemartini, siguieron difundiendo las enseñanzas del estilo Shorin Ryu Shidokan, impulsado por el sensei Shoei Miyazato desde la Capital provincial.
De este modo, el karate volvió a practicarse en Leones tras años de ausencia, luego de la desaparición de la escuela dirigida por Gabriel Sigifredo, de Villa María, entre las décadas de 1980 y 1990. Ese dojo tuvo diferentes sedes hasta establecerse en el gimnasio del Club Sarmiento y llegó a contar con 70 alumnos, según Hernán Grosso, tercer dan en ese momento, quien también estuvo a cargo de la escuela por un tiempo, tras la salida de Sigifredo.
Hoy, los alumnos de la Escuela Miyazato de Karate Do de Leones que dirige Montemartini continúan con esta tradicional disciplina japonesa, que también tiene dojos en Marcos Juárez, Bell Ville y Villa María, entre otras localidades de la zona.

¿Cuál es el objetivo del tipo de karate que usted enseña?
AM: La finalidad de la escuela que creó Shoei Miyazato en Córdoba es formar ciudadanos ejemplares. De allí se desprenden 5 objetivos principales: ser honrado, respetuoso y esforzado; defender la verdad y hacer primar la razón ante la fuerza. Miyazato después continúa diciendo “Seamos ciudadanos ejemplares, según nuestros principios, pero dentro de la ley. Asociémonos para el bien, ayudémonos mutuamente e inculquémoslo a nuestros hermanos. Vivamos limpia, serena y luminosamente. Tener paciencia donde se lo pueda tener no es lo verdadero, pero teniéndola donde habitualmente no se lo puede recién diremos que se ha tenido paciencia”.
¿En qué torneos o encuentros han participado sus alumnos en los últimos meses?
AM: La Escuela Miyazato no participa ni hace torneos, porque es una escuela de karate tradicional, okinawense, que usa otro tipo de golpes que no están permitidos en torneos. En cambio, organizamos encuentros para visitar a otros dojos en Argentina y el exterior con el fin de integrar, conocerse y hacer amigos a través del karate.
En la agenda hay eventos zonales en Cuyo, Litoral, Centro, Buenos Aires, Mar del Plata, Santa Fe y otras regiones. Cada dojo se postula para ser sede central. En estos encuentros se llevan adelante seminarios y se practica todo el tiempo. Son 3 días en los que se habla, se respira y se sueña con karate.
Durante esos eventos, también se realizan los exámenes en mayo y noviembre, en este último caso solo para niños menores de 13 años. Para rendir danes, hay pre-exámenes en mayo que constan de practicar katas (NdR: conjunto de movimientos específicos de karate) más algunos bunkais (NdR: técnicas para analizar los movimientos de katas y aplicarlos en defensa personal). Estos bunkais son elegidos al azar, entre 36 que tenés que saber. Se rinde delante de los altos rangos de la escuela.
Si rendís bien el pre-examen, pasás al examen que se realiza en noviembre en Córdoba, bajo la modalidad de un Mundial de Karate Do con referentes de la Escuela Miyazato de Estados Unidos, España, Brasil, Chile, Bolivia, Perú y Paraguay, entre otros países.



En Leones se practica el karate tradicional, del estilo Shorin Ryu Shidokan.
Respeto, paz y crecimiento espiritual
Actualmente, 8 leonenses se vienen formando en el dojo local. La mayoría de ellos se encuentran dando los primeros pasos dentro del karate: 4 son cinturones celestes, 3 blancos que recién se inician y un cinturón negro, segundo dan. Por ahora, Luciana Pereyra es la única mujer karateca, mientras que Lorenzo Bravi se trata del alumno con más experiencia. Tras rendir su segundo dan y la Diplomatura en la Enseñanza del Karate Do, hoy también es sempai.
¿Qué destacan o buscan los leonenses que se suman a karate?
AM: Por lo general, el alumno promedio busca aprender defensa, seguridad, sin embargo a medida que se va practicando este deporte, se va viendo que está bien defenderse pero en el karate la pelea es el último recurso que hay que utilizar, tal como comenté antes.
¿Por qué recomendaría practicar karate?
AM: Principalmente, por una simple razón: crecimiento espiritual. A eso también se le pueden sumar otras ventajas, como aprender defensa personal, especialmente en mujeres que quieren sentirse más seguras.
Sentirse seguro hoy en día es impagable, pero eso siempre implica que no cometas errores ni que te metas en peleas. En ese sentido, cuando un karateca evade una pelea, no es por cobardía, sino que busca salvar la vida del contrincante. Yo lo recomiendo para todo lo cognitivo, lo espiritual y lo corporal. El karate es muy bueno para lo que quiera la persona.



El karateca practica algunos katas (movimientos).
¿Cuáles son los planes de la escuela para este año?
AM: Aspiramos a tener más alumnos y ser más conocidos. Queremos expandir este arte marcial en la comunidad y lograr que más leonenses se enamoren del karate, que es espectacular.
La Escuela Miyazato de Karate Do de Leones sigue abierta en verano. Quienes quieran sumarse pueden hacerlo llamando al 3472432285. Las clases se dictan los lunes y miércoles, de 20 a 21.30, en la sede de la Sociedad Italiana de Leones, Avenida Libertador 1051.
Fotos: Nuevo Día.