22 septiembre, 2025

Cecilia Mariani: “Es fundamental que niños y niñas aprendan lógica y programación”

Cecilia Mariani logró romper los “techos de cristal” del sector tecnológico y de los puestos de mando que, a veces, suelen ser ocupados solo por varones. Tras una vasta trayectoria en compañías internacionales, hoy lidera una startup que no para de crecer, convirtiéndose en una referente no sólo para quienes integran este sector sino también para las niñas y las adolescentes que quieren dedicarse a este campo.

“Para lograr que más niñas lleguen a puestos tecnológicos o de liderazgo, necesitamos visibilidad, referentes, educación desde la infancia y espacios donde podamos experimentar y equivocarnos sin miedo. Tenemos que sembrar confianza, curiosidad y, sobre todo, una cultura que apoye sus decisiones”, le dijo la ingeniera en Sistemas y CEO de Darwoft a Nuevo Día al ser consultada sobre el tema.  

Desde Córdoba, la leonense analizó el desarrollo vertiginoso de la Inteligencia Artificial (IA) y su incidencia en el ámbito empresarial. Además, comentó sobre los nuevos proyectos de su firma, repasó los diferentes momentos de su carrera y recordó cómo sus amistades y docentes de Leones fueron fundamentales para forjar una impronta que, con los años, le impulsó a destacarse en su ámbito profesional con absoluta libertad.

“El punto de partida es brindarles a las niñas la posibilidad de explorar el mundo de la tecnología sin estereotipos ni limitaciones. Hay que mostrarles que pueden liderar, programar, construir y decidir, al igual que cualquier persona”, sostuvo Mariani.

“Haber crecido en un entorno de libertad como en Leones fue clave. Nunca me sentí condicionada por mi género para participar, competir en tenis o liderar una iniciativa. Siempre estuve rodeada de amigas y amigos -como Esteban Juárez, Gabriela Cerminato, Virginia Augusto y Paula Cassetta- con quienes compartimos desafíos, ideas y juegos en igualdad. Eso marcó una diferencia enorme. Además, en Leones tuvimos maestras como “la Bambi”, Marta Costa o Isabel Partridge, quienes nos enseñaron a pensar de manera diferente”, dijo.

Cecilia Mariani: «Queremos transformar la forma en la que trabajamos con IA».

Conectados

Darwoft es una empresa cordobesa especializada en el desarrollo de aplicaciones que permiten transformar la forma en que las personas interactúan o llevan adelante su vida cotidiana. “El nombre viene de la fusión de Darwin y software, y representa la evolución del software”, explicó la CEO.

Su cartera de clientes también habla inglés: además de trabajar para Claro Argentina y Bancor, la firma desarrolla productos para startups de Portland y Seattle y compañías del sector salud de la región de Virginia, en los Estados Unidos.

Por estos días, Darwoft también fue noticia por un innovador proyecto de inteligencia artificial en el Museo Emilio Caraffa, de Córdoba. “Desarrollamos un agente conversacional con IA para conectar al público con las obras de arte desde otra perspectiva. Creamos un gemelo digital con el que se puede interactuar y hacerle preguntas sobre la colección IKA, actualmente expuesta”, contó la ingeniera.

Esta especialización de Cecilia es el producto de una larga trayectoria en firmas internacionales, en las que logró aplicar su talento a diversos desafíos marcados por las tendencias de un mundo cada más tecnologizado, construyendo así una expertise que hoy sigue aplicando a proyectos de su propia empresa.

¿Cómo fueron tus inicios en este ámbito?

CM: Me fui de Leones para estudiar Ingeniería en Córdoba. En ese momento, no tenía claro si quería ser ingeniera electrónica, lo que sí sabía era que me apasionaba resolver problemas. En la Jornada de Puertas Abiertas de la universidad, descubrí la carrera de Ingeniería en Sistemas y supe que era el camino correcto.

Me recibí en la Universidad Católica de Córdoba (UCC) y comencé mi carrera profesional en compañías de telecomunicaciones: primero en Telecom Personal y luego en GlobalStar, una empresa de telefonía satelital. Ahí comenzó mi interés por la innovación y los proyectos con valor agregado.

En el año 2000, Motorola se instaló en Córdoba y fui parte del primer grupo de ingenieros que se sumó a esta multinacional, la cual cambió por completo el ecosistema local. Trabajé con profesionales increíbles, y la empresa me formó para desarrollar productos de calidad desde Córdoba hacia el mundo. Le perdí el miedo a hablar en inglés y a trabajar con equipos internacionales. Además, conocí a mis mejores amigas, quienes fueron clave para equilibrar mi vida profesional con la llegada de mis hijos.

¿Y cómo creaste tu propia startup tecnológica?

CM: Después de 10 años en Motorola, pasé a Intel, donde trabajé en proyectos apasionantes relacionados con sensores, Internet de las Cosas (IoT), machine learning (aprendizaje automático) y hardware. Ahí, también conocí a grandes profesionales, como Cristian Bullokles —una gran persona y un brillante arquitecto de software—, quien luego sería mi socio y cofundador de Fukuroo, mi primera startup.

Con él luego te sumaste a tu actual compañía, Darwoft. Contanos ese proceso.

CM: Yo tenía mi startup, Fukuroo. Éramos 10 personas con muchas ganas de escalar y vender nuestros servicios al mundo, pero al ser un equipo chico, teníamos que hacer todos los roles. En ese contexto, decidimos fusionarnos con Darwoft. Ellos buscaban internacionalizarse y nosotros necesitábamos la estructura para poder crecer.

Después de la fusión, los 5 socios votamos juntos cómo llevar a Darwoft a convertirse en una empresa global. Así fue como pasé a ser la CEO. Mi socio de Fukuroo, Cristian Bullokles, se convirtió en director de Negocios; Santiago Porta, uno de los fundadores de Darwoft, es el CTO (director de Tecnología); Waldemar Krumrick, el otro cofundador, asumió como arquitecto de Software; y Hernán Vietto se sumó como director de Adquisición de Talento.

Darwoft, la empresa de software que lidera Cecilia Mariani en Córdoba.

¿Qué objetivo se plantearon para este año?

CM: ¡Siempre queremos conquistar el mundo! Hoy somos 200 desarrolladores de software y nuestro objetivo es llegar a 300. También queremos transformar la forma en la que trabajamos con IA, tanto internamente como con nuestros clientes. Un ejemplo es el proyecto que te comenté sobre el Museo Emilio Caraffa.

Teniendo en cuenta esta trayectoria, ¿cuál es el principal desafío al crear una startup tecnológica en el interior?

CM: Lograr conectarse con el ecosistema para poder escalar. Hoy en día estamos todos conectados, así que no importa tanto desde dónde se crea una startup, pero sí es clave hacer vínculos y, para eso, muchas veces hay que viajar. Por ejemplo, en Leones hay condiciones ideales para crear startups AgTech (tecnología agrícola), pero si se necesitan fondos, hay que ir a donde están. Lo mismo ocurre si uno está en Córdoba o Buenos Aires y quiere vender a Brasil, China o Estados Unidos.

IA en museos: tótem en el Caraffa con gemelo digital del diseñador Tomás Celoira en la exposición sobre IKA.

IA en la aulas, ¿desafío pendiente?

“¡Paren el mundo, que me quiero bajar!”, decía una frase atribuida, erróneamente, a Mafalda. Más allá de la autoría de ese deseo, la IA llegó para acelerar procesos y transformar la manera en que los seres humanos nos relacionamos entre sí pero especialmente con la tecnología. ¿Nos ayudará a superar las dificultades de la humanidad o más bien generará nuevos desafíos?

¿Viviremos más tranquilos en la sociedad del riesgo, según Ulrich Beck, o deberemos enfrentarnos a nuevas amenazas tecnológicas? Todo depende de la perspectiva con que se lo mire, pero si la idea es ser optimistas, debemos reconocer que hoy la IA nos permite resolver cuestiones que, hace 3 años, nos demandaban más tiempo y esfuerzo.  

¿Cómo ves el desarrollo de la IA en Córdoba?

CM: Soy parte del Córdoba Cluster y estoy impresionada por cómo las empresas están adoptando IA, al menos para mejorar sus procesos internos. Córdoba siempre fue innovadora, y tiene la capacidad de incorporar rápidamente lo que se está haciendo en el resto del mundo.

Además, instituciones como ProCórdoba nos ayudan mucho con viajes comerciales para conectarnos con polos tecnológicos globales. También tenemos a la Agencia de Competitividad, que impulsa a los distintos clusters y empresas a ser más competitivas.

Cecilia Mariani fue vicepresidenta del Córdoba Technology Cluster y actualmente continúa como vocal.

¿Qué sectores tienen más desarrollado este tema en la provincia?

CM: Los sectores más avanzados son los que ya están más digitalizados y tienen uso intensivo de datos, como bancos, e-commerce (comercio electrónico) y automotrices. También veo mucho potencial en el campo, donde estamos trabajando en proyectos que usan IA para tomar mejores decisiones, predecir rendimientos de cultivos o hacer recomendaciones basadas en datos históricos.

¿Y los más atrasados?

CM: Los sectores que están más rezagados son educación y gobierno.

Teniendo en cuenta esto, ¿cómo debería aplicarse esta innovación en las escuelas?

CM: Es fundamental que los niños y las niñas aprendan lógica y programación desde la primaria. Eso les saca el miedo a la tecnología y los prepara no solo para usarla, sino también para crear con ella.

En Darwoft, por ejemplo, tenemos programas de pasantías para jóvenes que aún no decidieron qué estudiar. En solo 2 semanas ya logran desarrollar sus propias páginas web, aplicando lógica y diseño. Me encanta ver cómo los más chicos piensan en los problemas de manera distinta y, naturalmente, recurren a la IA para resolverlos.

Fotografías: Darwoft y Córdoba Cluster.

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