“La acción repelente de una planta se debe a moléculas –es decir, compuestos, estructuras químicas- presentes en ella, que son capaces de disuadir o alejar a ciertos organismos, especialmente insectos, evitando así que se acerquen o entren en contacto con personas, animales o cultivos. Estas moléculas están en los aceites esenciales de plantas que tienen esa capacidad”, explica la científica cordobesa Mariana Vallejo.
Por lo general, se trata de especies como eucalipto limón, citronela, romero, lavanda, clavo de olor, eucalipto, salvia, suico y aguaribay. El tipo de moléculas que están en los aceites esenciales de esas plantas pueden interferir con los sistemas sensoriales de los insectos, haciendo el entorno menos atractivo o confuso para ellos.
“Estos compuestos pueden volatilizarse en el aire o liberarse al frotar o quemar partes de la planta, de allí que los aceites esenciales son útiles para este fin”, sostiene la profesora adjunta de la Facultad de Ciencias Químicas, de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), e investigadora adjunta de la Unidad de Investigación y Desarrollo en Tecnología Farmacéutica (UNITEFA), de CONICET.
Barreras naturales
Vallejo y otras científicas que dan clases e investigan en la universidad pública de Córdoba lograron determinar cuáles son las plantas cuyos aceites esenciales permiten repeler insectos como el mosquito Aedes aegypti, vector del dengue. A su vez, en base a evidencia científica internacional, establecieron una especie de “ranking” según la duración del efecto repelente de cada especie vegetal.
“Las plantas que poseen acción repelente, mayoritariamente, son aromáticas, es decir, que poseen aceites esenciales o esencias que les confieren esta propiedad contra los insectos. Los aceites esenciales son mezclas complejas de diferentes sustancias químicas, llamadas terpenos y fenilpropanoides, y su acción repelente estaría asociada a la presencia de determinados terpenos”, asegura la científica.
Vallejo aclara tres consideraciones: “En primer lugar, los repelentes en general deben cumplir con requisitos relativos a eficacia, durabilidad, seguridad y modo de empleo. En el caso de las plantas, no todos los aceites esenciales son repelentes y, además, existen plantas con acción repelente que no producen aceites esenciales”.
En base a estos requisitos, ¿qué plantas resultan más efectivas?
MV: Hasta el momento, existen dos productos a base de plantas que cumplen con estos requisitos, los cuales se encuentran aprobados en Argentina para su utilización.
Uno de ellos es el aceite esencial del eucalipto limón (Corymbia citriodora), que está autorizado para uso cosmético. A su vez, existe un producto derivado de este aceite esencial al cual se le incrementó uno de sus componentes químicos (el para-mentano-3,8-diol o PMD) mediante una semisíntesis. Este derivado llamado aceite de eucalipto limón –u OLE, por sus siglas en inglés- también está aprobado y posee mayor efectividad que el aceite esencial natural.
Otra planta muy difundida es la citronela, el nombre común que se le da a las especies Cymbopogon nardus o Cymbopogon winterianus (ver Repelente de citronela en bebés y niños: qué tener en cuenta).

A veces se mencionan plantas de jardín o de la huerta, ¿qué sucede con ellas?
MV: Hay una serie de plantas cuyos preparados se emplean en medicina tradicional porque han demostrado eficacia y duración moderadas. El aceite esencial de romero (Salvia rosmarinus) demostró entre 100 y 90% de efecto repelente sobre el mosquito Aedes aegypti, con una permanencia de 30 a 90 minutos. Este efecto disminuye al 43% luego de 5 horas y media.
En el caso de la lavanda (Lavandula angustifolia), su esencia tiene un efecto repelente leve –del 24%- y dura 90 minutos. La salvia (Salvia rosmarinus) tiene un efecto menor. Otro ejemplo es el clavo de olor, pero en este caso no se emplea el aceite esencial para repeler los insectos sino un extracto de botones florales. En los estudios, se observó que la repelencia fue del 100% con una duración de 3 horas.
También se habla de especies autóctonas ¿es así?
MV: En esos casos, algunos ejemplos analizados fueron el suico (Tagetes minuta) y el aguaribay (Schinus molle), pero sus aceites esenciales tienen un efecto variable que no llega al 100%, y su repelencia a mosquitos dura menos.
¿Hay otras?
MV: Dentro del listado que identificamos, más allá del eucalipto limón, existen otras especies de ese árbol como el Eucalyptus globulus y Eucalyptus cinérea.
¿Qué fuentes emplearon para llegar a este listado de plantas?
MV: En el grupo de Farmacognosia hicimos una revisión de especies vegetales y su acción repelente buscando artículos publicados por expertos en bases de datos internacionales, es decir, fuentes de información con sustento científico y académico. Durante esa búsqueda, analizamos factores como concentración (dosis) del aceite esencial empleado, el tiempo de duración de la acción repelente y los ensayos mediante los cuales se analizó la repelencia.
En cuanto a este último aspecto, existen diferentes técnicas: en algunos casos, se mide el tiempo y/o el número de veces en que el insecto aterriza sobre la superficie expuesta al repelente y en otros, por ejemplo, el número de picaduras. Debido a esto, a la hora de promocionar un producto como repelente es importante tener en cuenta cómo se evaluó ese efecto y si la efectividad reportada puede haber sido menor al 100% durante el periodo de tiempo evaluado.
La buena información combate mosquitos
Más allá del uso complementario de repelentes naturales y sintéticos y las políticas públicas destinadas a prevenir el desarrollo de mosquitos, uno de los aspectos clave es que la población se informe a tiempo y de manera adecuada.
En el caso de las plantas con propiedades repelentes, el tema aún no es muy conocido. En ese sentido, Mariana Vallejos, señaló que “resulta fundamental difundir y concientizar sobre las formas de preparación y las concentraciones de compuestos que se pueden encontrar en los preparados caseros hechos a base de plantas”.
Según la farmacéutica se necesitan más estudios sobre la acción de las plantas para darle mayor aprovechamiento: “Existen especies con potencial acción repelente, pero según los conocimientos del momento, no serían tan efectivas como los productos que ya se conocen y están aprobados”.

La buena información también es clave para la preparación de repelentes basados en especies vegetales, de allí que la comunidad científica viene trabajando en la erradicación de mitos y datos que se difunden sin evidencias estudiadas.
“Los aceites esenciales se obtienen, en general, por arrastre con vapor de agua, un método poco accesible en medicina tradicional. En cambio, se suelen emplear macerados o infusiones de las especies, que tienen baja concentración de aceite esencial y una mezcla muy compleja de otros componentes”, señaló Vallejo, quien también difunde estos temas a través del Museo de Ciencias Interactivo de la Facultad de Ciencias Químicas (UNC).
La científica advirtió: “Las formas de uso tradicional son importantes para la conservación del conocimiento popular. Sin embargo, una transmisión errónea de esa información puede dar lugar a un uso incorrecto de las plantas medicinales. Por ejemplo, creer que determinados productos ofrecen una protección total y duradera contra mosquitos cuando no es así, puede derivar en una protección inadecuada”.

Ranking verde
Las plantas que repelen mosquitos durante más tiempo, según la investigación realizada en la UNC sobre propiedades de aceites esenciales vegetales:
1- Eucalipto limón
2- Citronela
3- Romero
4- Lavanda
5- Clavo de olor
6- Eucalipto
7- Salvia
8- Suico
9- Aguaribay
El equipo científico
Docentes y científicas de la Facultad de Ciencias Químicas (UNC) llevan adelante una línea de investigación sobre farmacognosia y productos naturales. En este grupo también participan estudiantes de grado y de posgrado e investigadores posdoctorales. El equipo está liderado por las doctoras Gabriela Ortega, Susana Núñez Montoya, Mariana Peralta, Juliana Marioni, Pamela Bustos y Mariana Vallejo.
Fotos: Nuevo Día.