21 septiembre, 2025

Germán Bianchi: “Detrás de cada ojo hay una persona con miedos y esperanzas”

Cuando decidió especializarse en oftalmología lo hizo con el objetivo de volver a Leones, pero su excelencia profesional lo llevó a atravesar fronteras, dar charlas en el mundo y ser nombrado recientemente miembro honorario de la Sociedad Venezolana de Oftalmología, uno de los últimos reconocimientos alcanzados por Germán Bianchi, entre decenas de títulos y premios que exhibe en su perfil.

A sus 55 años, el médico cirujano egresado de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y especializado en oftalmología en la Universidad del Salvador, es jefe de Trasplante de Córnea en la Clínica del Dr. Nano, en Buenos Aires, docente y un referente a nivel nacional e internacional dentro de su profesión.

A horas de regresar de un congreso en México, y mientras se preparaba para tomar otro vuelo hacia Dinamarca, el leonense dialogó con Nuevo Día sobre sus orígenes y actualidad profesional. Asimismo, reflexionó acerca de los principales factores que afectan la salud de los ojos, una especialidad en la que se destaca desde hace años y por la cual llegó a atender y a operar a un expresidente argentino y a varios famosos.

“Cuando están dentro del quirófano para mí todos los pacientes son iguales. Creo que eso es muy importante, incluso cuando me ha tocado operar a familiares míos también”, aseguró el médico, quien prefirió preservar la identidad de las celebridades que atendió ante la curiosidad de este medio. 

Días atrás, en un congreso realizado en Cancún, México.

¿Cuándo surgió su interés por la oftalmología?

GB: Desde los primeros años de medicina me atrajo la microcirugía: El trabajo con el microscopio, la precisión y el nivel de detalles. En quinto año, tuve claro que quería dedicarme a una especialidad de ese tipo, y en ese momento dudaba entre neurocirugía y oftalmología. Finalmente, me incliné por la cirugía de ojos porque me ofrecía la posibilidad de ejercer en cualquier lugar, incluso en Leones, donde pensaba regresar.

En aquel tiempo, especialidades como la neurocirugía requerían centros de alta tecnología que no existían en ciudades más pequeñas, mientras que la oftalmología me iba a permitir desarrollarme plenamente. Así comencé a recorrer hospitales públicos y privados en Córdoba, tratando de encontrar un lugar para formarme. Pasé por muchos sin suerte, hasta que una tarde llegué al Hospital Italiano, donde el doctor Corradini, jefe de servicio de Oftalmología, me dio la oportunidad y me aceptaron para empezar al lunes siguiente.

¿Cómo fueron esos primeros años?

GB: En el Hospital Italiano de Córdoba comencé a aprender intensamente, tanto de la parte clínica como de la quirúrgica. Recuerdo que, incluso, compraba una cabeza de cerdo por semana —me costaba $5 en ese entonces— para practicar la técnica de cirugía de cataratas. En definitiva, mi formación en oftalmología empezó incluso antes de terminar Medicina, y desde el inicio me atrapó por completo.

Así arranqué y realmente fue una experiencia hermosa, allí me enseñaron muchísimo. Hice mi sexto año de la carrera yendo al hospital y viendo cirugías, pacientes. Aprendí mucho junto a algunos de los hijos del doctor Corradini, me hice muy amigo de ellos y de otro médico que se llamaba Alejandro González Castellanos, quien también me brindó mucha formación en la parte quirúrgica.

Como referente de la oftalmología, Bianchi brinda conferencias en eventos internacionales.

¿Y cómo llegó a Buenos Aires?

GB: Bueno, yo quería algo más, ya no me conformaba con Córdoba. Al año siguiente me postulé para estar en alguna clínica u hospital de Buenos Aires y así ingresé en la Clínica Nano. En ese momento, estaba fascinado porque había logrado entrar a un lugar que era muy top. Recuerdo que todos los que habían ido a rendir lo habían hecho con traje y yo fui con una camperita de cuero, que era lo que tenía en ese momento, y rendí  un muy buen examen. Me hicieron una entrevista, eran 20 médicos, y me aceptaron para hacer la residencia allí.

A los 3 meses de ingresar me llamaron para hacer el servicio militar, porque había estado pidiendo prórroga. Dije “No puede ser”, pero justo sucedió lo del soldado Carrasco, así que pude retomar mi residencia (NdR: En 1994, mientras realizaba la conscripción en Neuquén, el joven Omar Carrasco recibió golpizas que derivaron en su muerte y, como consecuencia, en el país fue derogado el servicio militar obligatorio).

Fueron 3 años muy intensos de trabajo, de aprendizaje, de guardias y de cirugías porque al segundo año de la residencia ya empecé a operar. Ya me había dado cuenta que me gustaba la cirugía y que era hábil para eso. Todo lo que había pensado se estaba dando, porque me encantaba trabajar con los detalles, el microscopio, así que estaba muy feliz. El primer día que me pusieron a operar un glaucoma lo hice de punta a punta, y mi profesor quedó sorprendido porque lo logré sin ninguna dificultad.

¿De qué manera siguió formándose?

GB: Así fui avanzando, creciendo y cuando terminé la especialidad viajé a Inglaterra, donde estuve en el Moorfields Eye Hospital, uno de los hospitales más importantes del mundo. Yo no tenía muy buena formación en inglés, así que hice muchísimos cursos, pero al vivir allá aprendí a manejarme bien en ese idioma. Esa experiencia me ayudó a perder el miedo a hablar en inglés en público. A veces, entre argentinos, somos muy críticos en cuanto al nivel de inglés, pero cuando uno lo habla en el exterior, aunque no sea demasiado fluido, es muy bienvenido y aceptado en el ambiente profesional.

Germán Bianchi integra sociedades científicas de oftalmología en Argentina y el mundo.

Hoy sigue en la Clínica Dr. Nano, donde es jefe de una de las áreas, ¿en qué consiste esa especialidad?

GB: Soy jefe de servicio de Cirugía del Segmento Anterior y Cirugía de Cataratas, lo cual significa muchas responsabilidades. Tratamos de hacer mucha coordinación para poder realizar cirugías, ya que nos manejamos con normas ISO 9.000 y todo eso implica llevar adelante un trabajo muy ordenado y metódico para que todo salga bien y la asistencia a los pacientes sea de la mejor calidad posible.

En este tiempo atendió y operó a varios famosos, ¿qué nos puede comentar?

GB: Sí, atendí y operé a mucha gente conocida, de los medios, jugadores de fútbol y familiares de famosos también. Dentro del quirófano para mí todos los pacientes son iguales.

Como anécdota, una de las cirugías más importantes que hice fue a mi mentor, el doctor Hugo Nano, quien me pidió que lo operara de cataratas. Otra cosa que hago son cirugías en vivo durante eventos científicos. Hace 15 días me tocó operar a la esposa del organizador de un congreso junto al médico al lado.

También operé a otros oftalmólogos de Buenos Aires y de todo el país. Realmente, es muy gratificante que colegas me busquen para que los opere de catarata o de cirugía refractiva.

El oftalmólogo (centro) junto a colegas de la Clínica de Ojos donde atiende, en Buenos Aires.

Pantallas, infancia y adolescencia

La gran cantidad de horas destinadas al uso de pantallas de diferentes dispositivos genera inconvenientes en la salud de los ojos, como sequedad e irritación por falta de parpadeo.

Los días de encierro durante el aislamiento en la última pandemia acentuaron esta problemática. En esos meses, Germán Bianchi brindó numerosas notas a medios nacionales con el fin de explicar este tema y aportar algunas recomendaciones.

Más allá de esa etapa, la problemática continúa. En el caso de niños y jóvenes, el excesivo empleo de pantallas a diario puede derivar en consecuencias mayores como la miopía, una tendencia que ya viene manifestándose en países asiáticos, según el oftalmólogo leonense.

“Si miramos lo que pasa en el mundo, especialmente en Asia, hay un fenómeno que preocupa: El crecimiento explosivo de la miopía infantil y juvenil, ligado al exceso de pantallas y a la falta de tiempo al aire libre. Se estima que, para 2050, la mitad de la población mundial será miope. En Argentina, todavía no llegamos a esas cifras, pero cada vez vemos más casos, sobre todo en los centros urbanos”, describió Bianchi.

El leonense está a cargo del Servicio de Cirugía del Segmento Anterior y Cirugía de Cataratas en la Clínica Dr. Nano.

Según su experiencia, en la salud de los ojos de ese segmento, ¿hay otros problemas además del mencionado?

GB: En niños y jóvenes, los problemas más comunes son muy distintos a los de los adultos. En Argentina, lo más frecuente son los defectos de refracción: Miopía, hipermetropía y astigmatismo.

Estos problemas se corrigen fácilmente con anteojos o lentes de contacto, pero lo más importante es detectarlos a tiempo, porque si no se diagnostican en la infancia pueden dejar secuelas permanentes en el desarrollo visual. Por eso, recomendamos los controles oftalmológicos desde edad escolar, incluso si no hay síntomas.

Otra patología que vemos en adolescentes y adultos jóvenes es el queratocono, una enfermedad que afecta la forma de la córnea y puede producir pérdida progresiva de visión. La detección temprana también es clave porque hoy contamos con tratamientos como el crosslinking, que permiten frenar su avance y evitar cirugías más complejas en el futuro.

Es decir que la clave es llevar a niños y adolescentes a controles oftalmológicos.

GB: Sí, en definitiva, la salud visual en niños y jóvenes depende mucho de la detección precoz y de promover hábitos saludables como limitar las horas de pantallas, fomentar actividades al aire libre y realizar controles oftalmológicos periódicos.

Recientemente, fue nombrado miembro honorario de la Sociedad Venezolana de Oftalmología.

Una mirada sobre la salud de los ojos

Si bien el uso de las nuevas tecnologías es algo muy común para los nativos digitales, actualmente, el empleo de estos dispositivos en la vida cotidiana de las personas trasciende las edades.

Al uso intensivo de pantallas se les suman otros factores como el avance de la edad, las cuestiones hereditarias y enfermedades crónicas, que también inciden en la salud de lo ojos. ¿A qué debemos estar atentos? ¿Cómo se pueden aminorar los efectos negativos de estos agentes?

“Si hablamos de patologías hereditarias, podemos pensar en el glaucoma, una “patología silenciosa” que, muchas veces, la única forma de detectarla precozmente para evitar daños futuros es con la visita al oftalmólogo para tomar la presión ocular”, advirtió Bianchi.

Según el médico, “otras patologías muy limitantes son las maculopatías relacionadas con la edad, que producen la reducción de la visión central. Hay inyecciones que se colocan dentro del ojo, en el vítreo, para que esos vasos nuevos que se regeneran se puedan bloquear y tratar de disminuir la presión”.

Además de evitar el uso excesivo de pantallas, el oftalmólogo también recomendó cuidarse de la luz solar y llevar una buena alimentación. “Los rayos ultravioletas pueden provocar mucho daño en la córnea, el cristalino y hasta en la retina, derivando en maculopatías. Obviamente, los hábitos alimenticios buenos también ayudan a mejorar todos estos problemas”, le dijo a Nuevo Día.

Entrevistas con la prensa de diferentes partes del mundo.

En Argentina, ¿cuál es la afección de los ojos más común y el tipo de cirugía que predomina?

GB: La catarata es la afección más común y la cirugía de cataratas, la intervención oftalmológica más realizada. Esta también es la primera causa de ceguera en el mundo, aunque tiene solución.

En mi carrera participé en campañas de prevención de la ceguera, donde realizamos cirugías gratuitas para personas sin acceso a tratamientos. Siempre fue una experiencia muy gratificante.

En estos años, la cirugía evolucionó muchísimo: Pasamos de técnicas más invasivas, con recuperaciones largas, a la facoemulsificación, que ofrece una recuperación rápida y resultados de gran calidad. Hoy, además, contamos con el láser de femtosegundo (FEMTO), que aumenta la precisión y la seguridad.

Otro cambio clave vino de la mano de la tecnología en lentes intraoculares. Gracias a los avances en ingeniería biomédica, hoy podemos no solo devolver la visión, sino también corregir problemas como miopía, astigmatismo o presbicia, brindando independencia visual que antes era impensada.

Teniendo en cuenta esta evolución tecnológica que menciona, ¿de qué modo influye la Inteligencia Artificial (IA) en su profesión? ¿En su clínica ya la aplican?

GB: Hoy, la IA se está metiendo en todos lados, desde dar turnos hasta interpretar imágenes, ya sea en la córnea, la retina o la mácula.

Todos los sistemas están avanzando en este momento, aunque no están al ciento por ciento desarrollados. Creo que eso va a llegar y dentro de un tiempo se van a hacer análisis de todos los estudios con IA.

Otra de las novedades, en ese sentido, es el desarrollo de lentes intraoculares con IA, uno de los avances en ciencia y tecnología más importantes como apoyo al médico.

Germán Bianchi: «Se trata de un camino largo, pero cada paso vale la pena cuando uno logra devolverle visión y calidad de vida a un paciente».

Por último, una pregunta clásica de esta sección: A partir de su trayectoria, ¿qué les diría a jóvenes leonenses que están estudiando o sienten interés por la medicina y, en particular, la oftalmología?

GB: Cosas muy simples. Que cultiven la curiosidad científica como leer, investigar, aprender con pasión; que combinen la precisión con la empatía: La oftalmología es una disciplina altamente técnica, pero detrás de cada ojo hay una persona con miedos y esperanzas; que vivan la carrera con pasión y paciencia: Se trata de un camino largo, pero cada paso vale la pena cuando uno logra devolverle visión y calidad de vida a un paciente; que no se rindan ante los fracasos, porque gracias a ellos podemos crecer y fortalecernos; que disfruten de la profesión, de la familia y de la vida; y que enseñen todo lo que aprendieron y dejen un legado: Yo aprendo mucho enseñando.

Fotografías: Germán Bianchi.

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