Por Margarita Mollar | Especial para Nuevo Día
En 1870, la Compañía de Tierras del Ferrocarril Central Argentino (FCCA) anunció que, en terrenos del ferrocarril, fueron trazados dos pueblos más, uno en Las Tortugas y otro en Los Leones. Por entonces, se ofrecían chacras a 250 pesos y un solar gratis, según un relevamiento en los diarios La Capital (1870), The Railway Times (1871) y Commercial Journal (1871).
En la primera Asamblea Anual Ordinaria del 21 de enero de 1871 se publicó la cantidad de familias y personas que habitaban en las chacras asignadas, como así también la superficie cubierta, dato que se le envió al ministro Avellaneda. En Leones, había dos familias, sumando 10 personas, con un total de 130 cuadras.
Además, se menciona que se inició la producción de maíz con resultados sorprendentes y que en este paraje dos jóvenes ingleses con un año de residencia, apellidados David y Willcot, ya tienen 100 acres cultivados con trigo, cosechado y emparvado. Estos datos fueron recopilados por Alberto Fernández Priotti en su libro Historia del Ferrocarril Central Argentino (1854-1901).
Por entonces, cuando la posta de diligencias fue convertida en Estación del FCCA, doña Cipriana Taborda de Hernández y su joven hijo Diógenes -quien más tarde sería Jefe de la Frontera Interprovincial y Administrador de la colonia Las Tortugas- se establecieron en Los Leones con un grupo de familiares, servidores y amigos e inauguraron el primer negocio de ramos generales frente a la Estación Ferroviaria. Según el relato de sus familiares, pareciera que se trataba de una pulpería.
En Córdoba y Bell Ville en la historia de la Patria, el autor belvillense Agustín Villarroel asegura que el mayor Martín Villarroel, nacido en Fraile Muerto (hoy Bell Ville), perteneció a las guardias nacionales y peleó en Pavón. Una vez retirado, retornó a sus pagos y se dedicó al comercio.
Él y su esposa también decidieron probar fortuna en Los Leones, estableciéndose en el bulevar Porvenir (hoy Colón) frente a la Estación del ferrocarril, es decir, próximos a los Hernández. Amigo de Victorino de la Plaza, que se alojaba en su domicilio cuando visitaba sus campos por la zona, nunca aceptó cargos políticos, salvo el de juez de paz pedáneo, lo que podría considerarse una primera autoridad.
Más adelante, Claudia, la única hija del matrimonio, contrajo nupcias con Eugenio Rampini y fueron los progenitores de dos hijas: Claudina Rampini, una de las primeras maestras de la villa que además condujo una escuela privada en su domicilio, y de otra que contrajo enlace con un familiar de la familia Hernández, estableciéndose en Fraile Muerto.
Por su parte, Diógenes Hernández, habiendo cumplido con su cometido en la frontera interprovincial y regresado de la Campaña del Desierto (1878 y 1885) retornó a Leones con su esposa Estaurófila Ana González Pesoa y sus dos primeros hijos: Diógenes (h) y Santiago; más tarde, nacerán Clementina, Clodomiro y Horacio.
Se debe señalar que en la Posta Espinillos (hoy Marcos Juárez) no quedó inaugurada la respectiva Estación ferroviaria hasta fines de 1883, por lo que Leones era muy importante como punto de embarque de la materia prima que partía para el puerto de Rosario y, a su vez, el desembarque de los insumos que llegaban desde esa ciudad para la supervivencia y la labor agrícola y ganadera.

Los pioneros
En las últimas décadas del siglo XIX, podemos imaginar el ajetreo y el tráfico de carruajes arribando a Leones de toda la región y de quienes venían desde los campos para encontrar algún puesto donde proveerse y satisfacer sus necesidades más elementales.
En 1878, el diario rosarino El Independiente asegura que en “Los Leones existe un restorán y fonda Las Colonias en la calle San Luis, atendido por los Hermanos Hernández, que brinda muy buen servicio” (aclaro que esos hermanos no pertenecían a la familia de Diógenes).
En 1880, la Compañía de Tierras del Ferrocarril –Land Investment Company, encargada de vender parcelas a los colonos-, ya había loteado y efectivizado operaciones en la Estación Leones, dándose inicio a la compra desenfrenada de tierras y, simultáneamente, a un proceso de modernización tecnológica derivado de la inversión de capitales.
Entre quienes realizan operaciones diarias en el mercado de esta compañía de tierras, encontramos las siguientes personas: Beaudry, Favaro, Tiscornia, Carlomagno, Funes, Juan Canale, Domingo Benvenuto, Martiglienco, Jerónimo Paireti, Angel Seggiaro, Zemme, Fernando Igoillo, Diógenes Hernández, Gatti, Losa, Pratti, Leoni, Donato Garetto, Francisco y Vicente Reale, Pedro Liberatti y José Cabrini.
Esos son solo algunos de los tantos apellidos que, entre 1881 y 1884 se fueron asentando en Leones, dando lugar a la formación de las 14 colonias que dependerían de las casas de ramos generales y cerealistas de la villa. Estos negocios estaban instalados a lo largo del bulevar Porvenir (Colón) y de la Estación ferroviaria.
Además de los apellidos que anteceden, de la lectura de actas y documentos varios, surgen otros nombres de inmigrantes, quienes fueron los primeros habitantes de Leones, tales como: Echenique, Poggi, Ghinaudo, Milesy, Fumagalli, Capponccelli, Rolando, Pelliziotti, Torti, Riviera, Bosso, Ramello, Alberti, Zanotti, Pocchettino, Ruffo, Giraudo, Cerrutti, Cerminato, Perotti, Zanella, Rosso, Biolato, Mariani, Federicci, Venier, Galanti, Tosa, Giroz, Iparraguirre, Otaegui, Rampini y Ferrero, entre tantos. La mayoría de esos apellidos aún circulan entre nosotros, pues su descendencia ha llegado hasta la fecha.
Es importante aclarar que no todos aquellos que compraban lotes, a muy buen precio, se radicaron en Leones. Algunos se asentaron en Marcos Juárez, Bell Ville o Inriville, mientras que otros permanecieron en las grandes ciudades e invirtieron por esta zona, como Victorino de la Plaza, propietario de la colonia Los Molles.
Cuando Fray Mamerto Esquiú pasó por Leones, en junio de 1882, esto era sólo un caserío con 10 edificios, 30 ranchos rodeando la Estación de ferrocarril y no más de 90 habitantes.
La colonia recién comenzó a formarse después de 1886, cuando la Ley de Colonias de la provincia de Córdoba impulsó y reguló esos asentamientos. A partir de entonces, se aprecia un notable incremento del afincamiento sedentario, fenómeno que continuó durante tres décadas, dando lugar a la formación de las 14 colonias de la zona de Leones.
Desde sus orígenes, Leones fue un núcleo urbano un tanto atípico: esparcido a lo largo de las vías, no respetó los considerandos de la traza urbana de ninguna de las leyes de colonias existentes, que implicaban una plaza en el centro y los edificios públicos a su alrededor. En cambio, quienes fueron trazando el espacio público de esta población, tomaron como eje de desarrollo, proyección y expansión las vías de comunicación.

Llegada de inmigrantes
Algunos de los primeros extranjeros inversores en establecerse en 1884 fueron los hermanos Pedro, Santiago y Domingo Benvenuto. Domingo y su esposa Leticia Minetti tuvieron tres hijos: Teodolinda, Leonardo y Atilio.
En 1890 llegó José Kalbermatter y en 1891, Fernando Igoillo. En 1892, se estableció Juan Canale -casado con Magdalena Poquetino, también italiana- junto a su hija mayor, Josefina, nacida en la provincia de Santa Fe. En Leones, nacieron otros hijos: Virginia, Bernardo y Orfilia. Nella Canale de Bertini fue otra de las hijas de Juan Canale, pero de su segunda nupcia. En 1893, llegó Donato Garetto, quien tuvo 13 hijos junto a Catalina Boneto. Todos ellos vinieron desde Santa Fe, siguiendo el avance del tendido de las vías férreas en busca de tierras fértiles para asentarse.
A principios de 1890, desde Lapfort (Devonshire, Inglaterra) llegó a la Argentina el matrimonio compuesto por Reed Partridge (veterinario) y Matilda Greenslade (boticaria) junto a sus primeros hijos: Frances, Ernest Reed, Elizabeth, William James y Amy. Acá nacieron George y Francisco (Frankie). Amy (Ema) contrajo enlace con Horacio Hernández y tuvieron 6 hijos: Ema, Hilda, Horacio, Ofelia, Matilde y Clodomiro.
Ernest desposó a Ana Orangio, con quien tuvo ocho hijos: 3 varones y 5 mujeres. William se casó con Ida Fiore, pero no tuvieron descendencia. George murió muy joven y Francisco desposó a Anita Coppola. Esta última pareja concibió 3 hijos: William Henry (ornitólogo), Freddy y Nila de Bastino.
Los descendientes del matrimonio Partridge se unieron también con miembros de otras familias de inmigrantes: Matilde lo hizo con Carlos Gassmann y Dora con Edie (Eduardo) Kern. Los Gassmann y los Kern son de origen suizo-alemán, como así también los Kalbermatter, Michclig y Roth, estos últimos, llegados a Leones desde Santa Fe, contrajeron enlace con tres hermanas de la familia Valfré.
Don Eduardo Kern, de origen suizo-alemán, ingresó en 1912 trayendo certificación de estar especializado en talabartería y construcción de carruajes. Desposó a Eloisa y tuvieron tres vástagos. Su hijo Eduardo contrajo enlace con Dora Partridge.
En 1886, se nombró como subcomisario a Diógenes Hernández, nuestra primera autoridad instituida. Por entonces, ya se contabilizaban varios almacenes y casas de ramos generales con acopio de cereales, figurando en primera línea la de Benvenuto, Martigliengo y Canale. Esta firma se disolvió y, a partir de 1892, quedó Benvenuto Hermanos por un lado y Casa Canale SRL por el otro, la cual anexó un importante molino harinero. También había dos hoteles para inmigrantes -Torino y Marconi- y varias fondas con albergues.
En 1904, llegó a Leones desde Torino (Italia), Santiago Rosso, quien inició un pequeño taller metalúrgico en el barrio Sur. Esta firma, junto a la de otro italiano -José Migliavacca- fueron los líderes de la industria metalmecánica de Leones y la región.
Algunos inmigrantes provenientes de Europa del Este fueron registrados hasta 1919 como austríacos, tal es el caso de los Stancic y los Ivanisevic. Un grupo de sirios y de libaneses que huían de la opresión del imperio otomano -como las familias Aún, Alel y El- figurarán como turcos.
En cuanto a la cantidad de habitantes, en 1896, la Oficina de Estadística y Censo informó al Poder Ejecutivo que “en la Colonia Leones habitaban unas 485 personas; en 1898 se contabilizaban 165 familias y 770 habitantes. Hacia 1900, alrededor de la estación, se habían establecido 14 colonias agrícolas de gran envergadura, con unas 300 familias, la mayoría de origen italiano”.
La colonia se vislumbraba como un lugar próspero y promisorio para afincarse, que tentaba tanto a propietarios como a jornaleros por la fecundidad del suelo, las copiosas cosechas y la abundancia de trabajo y continuo crecimiento. Sin embargo, la laboriosidad de sus habitantes contrastaba con la precariedad de la villa, totalmente supeditada al campo y en deplorable estado de abandono: sin infraestructura ni servicios esenciales mínimos, como agua potable o electricidad, y con paupérrimas condiciones de higiene y salubridad.

Las familias criollas
Si bien Leones es un típico pueblo conformado por inmigrantes, especialmente de origen italiano, existe un porcentaje de familias criollas y asentamientos de migrantes que llegaron desde las sierras cordobesas o del Norte argentino como cosecheros, jornaleros o en calidad de troperos y decidieron radicarse en estos pagos.
Esta masa de migrantes -trabajadores golondrinas- fue aumentando a principios del siglo XX. Muchos de ellos construyeron su rancho en lo que más tarde se conoció como el Ensanche Oeste. Otros se radicaron en Pueblo Argentino(hoy barrio La Fortuna), que por 1896, según el censo, contaba con unos 300 habitantes.
Allí también se encontraban algunos miembros de las guardias nacionales, a quienes el Estado argentino les había recompensado con tierras, como el caso de los Taborda, según el relevamiento realizado entre familias de esa zona y entrevistas con Matilde y Ema Hernández durante la investigación publicada en el libro Génesis.
Los apellidos de esas primeras familias criollas radicadas en el Ensanche Oeste y Pueblo Argentino, aún presentes en Leones, eran: Arias, Sosa, Juárez, Jaime, Ré, Juncos, Cardozo, Taborda, Flores, Castrillo, Artaza, Nóbrega, Antúnez, Villalba, Sánchez, Ponce, Monjes, Ortega, Cuello, López, Ayala, Funes y Ortiz, entre otros.
A título personal, creo que los criollos -entiéndase, nacidos en este país- debieron ser muchos más que 300, ya que en 1901, cuando Diógenes Hernández y José María Martínez -el primer diputado provincial por este departamento, oriundo de Leones- formaron un Centro Cívicode carácter político y decidieron inscribirlo ante escribano público en Marcos Juárez, llevaron una lista de 250 criollos.
Igual cantidad de nativos se presentó para empadronarse en 1901. Dado que sólo los varones podían votar, asumo que habría un número igual o mayor de mujeres y niños en esta villa por entonces, que no estaban registrados ni censados y, por ende, no visibilizados.
Con frecuencia, me he preguntado qué fue de algunos nombres que figuraron por algún tiempo entre los miembros de las primeras Comisiones de Fomento y luego desaparecieron de la vida activa de la villa, como Saturnino Izquierdo, por ejemplo. En ese caso, El Municipio, en su edición del 14 de noviembre de 1896, tiene la respuesta.
En 1895, se anunció un remate en Leones de arados, rastras, cilindros, máquinas espigadoras y demás adminículos pertenecientes a Izquierdo y en noviembre de 1896 se vendió su almacén de talabartería y ferretería, junto con un galpón de ladrillos, madera y zinc, para almacenar hasta 30.000 bolsas de trigo por cierre definitivo, según la información publicada por ese diario rosarino.
Por entonces, la única forma de anunciar y publicitar compras, ventas, remates de parcelas de tierras, maquinaria, herramientas y construcciones era en los diarios y periódicos cordobeses o rosarinos. En esa época, estos residentes tenían más dependencia e interrelación comercial con Rosario que con Córdoba.
Gráfico 1 | Familias residentes en Leones en 1896: 153

En 1896, en Leones había 153 familias y 485 habitantes. Un dato curioso es que la mayoría era de origen italiano y que había más familias provenientes de Francia que de España.
Porcentajes según lugar de origen de las familias:
- Italianas: 98 (64%)
- Argentinas: 25 (16%)
- Francesas: 18 (12%)
- Alemanas: 5 (3,3%)
- Españolas: 5 (3,3%)
- Inglesas: 2 (1,3%)
Gráfico 2 | Familias residentes en Leones en 1900: 192

Gráfico 3 | Familias extranjeras en Leones en 1900: 166

Producción de gráficos: Margarita Mollar.
Fotos: Nuevo Día.