“Estamos en un momento bisagra, donde tenemos una Argentina que se hunde como el Titanic, donde algunos huyen como ratas. En ese sentido, somos la única alternativa para los trabajadores, para los sectores populares, porque somos coherentes y siempre estamos defendiendo los mismos intereses”, dijo Liliana Olivero, candidata a diputada nacional por el Frente de Izquierda y de las y los Trabajadores Unidad (FITU).
La exlegisladora provincial le dijo a Nuevo Día que, a diferencia de otros espacios, la plataforma de la izquierda para las elecciones del próximo domingo 26 está orientada a las necesidades de los trabajadores. “Somos distintos por las propuestas políticas que tenemos y porque estamos acompañando las luchas y los reclamos que se dan en la calle con nuestras diputadas y diputados”.
En exclusiva, la jubilada bancaria y referente histórica de la izquierda cordobesa analizó la realidad del país y de Córdoba, criticó al Gobierno nacional y a la gestión kirchnerista y presentó las principales ideas que su lista quiere llevar al Congreso de la Nación.
“Esta elección no es una más porque está en debate qué tipo de país queremos. Después de la derrota del Gobierno de la ultraderecha de (Javier) Milei, no solamente en provincia de Buenos Aires sino con la derrota de los vetos en la calle, se debate si seguimos aceptando como modelo de país el endeudamiento externo, la motosierra, la protección de la casta y la corrupción o hacemos un cambio de 180 grados”, sostuvo Liliana Olivero.

Ser de izquierda en tiempos de derecha
A más de 100 años de la Revolución Rusa y 36 de la caída del Muro de Berlín, más allá de las entrevistas a referentes nacionales, a la izquierda cordobesa le sigue resultando difícil establecer su agenda en el debate público, lo que exige más esfuerzo en tiempos de campaña.
¿Qué significa ser de izquierda hoy en Argentina?
LO: Bueno, en primer lugar, somos la izquierda que plantea la necesidad de un cambio de fondo frente a todas las políticas que ya han fracasado en el país: Peronistas en todas sus variantes, radicales y el PRO. Somos la izquierda que plantea un gobierno distinto, opuesto por el vértice y diferente a todos los que nos han gobernado durante décadas.
Somos la izquierda revolucionaria que queremos un gobierno de las y los trabajadores y de los sectores populares, camino al socialismo, para tomar medidas económicas, sociales y políticas al servicio del pueblo trabajador y no al de los intereses de los grandes empresarios, los banqueros, los agroexportadores y las multinacionales.
Hemos sido gobernados por distintos partidos políticos a los que les llamamos patronales porque, justamente, han estado siempre al servicio de esos intereses, que no son los de la clase obrera y de los sectores populares.
En el mundo, estamos viviendo bajo el capitalismo, que es el que no ha podido solucionar los problemas de la humanidad. Al contrario, los agravó. Hay más desigualdad social, hambre y miseria y los partidos patronales de Argentina nos llevaron a esa misma situación.
Existe un grupito muy pequeño que tiene acumulada una suma billonaria lograda a partir de la explotación de este pueblo pobre que hoy, en muchos lados, no solo no tiene para comer sino que no puede acceder al agua, a un baño, a la educación, a la salud. Eso es el capitalismo a nivel mundial, que está en una crisis brutal y cuyos responsables -esas aves de rapiña- se llevan la plata de la miseria a la que han conducido a las mayorías populares.
Algunos jóvenes sostienen que el peronismo y la izquierda son lo mismo. ¿Qué les diría?
LO: No tenemos nada que ver con el peronismo en general ni con el kirchnerismo en particular. El kirchnerismo tuvo un doble discurso. Por ejemplo, dijo: “Primero atenderemos a los jubilados y después a los bancos”, pero fue totalmente al revés. La promesa de la heladera llena terminó estando vacía: 42% de pobres fueron los pagadores seriales de la estafa de la deuda externa, no sólo con el FMI sino también con los fondos buitres.
Gobernaron para las multinacionales y actuaron con la táctica del boxeador: Amagan con la izquierda, pero pegan con la derecha. Desde la izquierda, nos hemos enfrentado siempre a todos los gobiernos del PJ en el Congreso, pero fundamentalmente en las calles.
Y tenemos otro ejemplo muy importante: La burocracia sindical peronista, que abandonó a los trabajadores y ahora pacta con el ultraderechista de Milei llevando adelante la práctica de siempre: Caer en paracaídas para ser parte de las listas. Lo vemos en la lista de (Axel) Kicillof en Buenos Aires, en la de Natalia de la Sota o (Juan) Schiaretti en Córdoba.
Esta burocracia sindical peronista siempre llevó adelante acuerdos con los gobiernos y cuando han sido legisladores -como el caso de José Pihen en Córdoba- votaron leyes nefastas, que llevaron a la precarización laboral a los sectores estatales y presupuestos lamentables para la salud o la educación.
Por lo tanto, no tenemos nada que ver con ese peronismo que actúa en defensa de los grandes grupos económicos abandonando, incluso, a la clase trabajadora peronista, a quien ha llevado no solamente a la pérdida de puestos de trabajo, sino a la precarización laboral.
Cristina (Fernández) reivindica el capitalismo y nosotros, desde la izquierda, queremos combatir y tirar abajo al capitalismo. Por eso, en las luchas feministas, a nuestros derechos los conquistamos en las calles y no gracias a Cristina Fernández o Alberto Fernández.
Si hemos conseguido el aborto legal, libre y gratuito o la interrupción voluntaria del embarazo, por ejemplo, es porque lo hemos conquistado en las calles y no gracias a algún gobierno. Por eso, no sólo luchamos en contra del patriarcado, del machismo, sino para que estos sistemas caigan junto al capitalismo, que es el que necesita del machismo y del patriarcado para seguir explotándonos y oprimiéndonos a las mujeres.
Dos aspectos que distinguen a legisladores de izquierda son la rotación en sus bancas y la propuesta de que ganen como un docente ¿Por qué esas ideas?
LO: El Frente de Izquierda Unidad, que nació en 2011 y del cual mi partido Izquierda Socialista es cofundador, tiene este mecanismo muy novedoso e importante porque no sólo reivindica la unidad programática de las cuatro fuerzas trotskistas más importantes del país, sino que también rota las bancas para que nadie se atornille y viva de la política. A su vez, de este modo, permitimos que cada una de las fuerzas políticas pueda desarrollarse.
Por otro lado, cobramos y donamos las dietas para las luchas obreras, populares, democráticas, de la juventud y para seguir construyendo cada una de nuestras fuerzas, ya que no queremos y no tenemos el apoyo de los grandes grupos empresarios que, efectivamente, colaboran con la construcción de los partidos patronales.
Vivimos con los salarios de “laburante”, de quien es docente, enfermero o en mi caso como jubilada del Banco de la provincia de Córdoba. Cada uno, después del tiempo que le toca estar en una banca, renuncia, entra la otra compañera o el otro compañero del Frente de Izquierda y vuelve a su trabajo.
Este es el caso de nuestra diputada nacional Mónica Schlotthauer, quien es ferroviaria. Cuando termine su mandato en el Congreso, saldrá y se pondrá el overol para volver a las estaciones del Ferrocarril Sarmiento a hacer su tarea. No tenemos privilegios porque somos parte del pueblo trabajador y nos parece muy importante seguir sosteniéndolo.

La izquierda en Córdoba y en Leones
“Nuestro primer proyecto legislativo, en 2001, cuando fui por primera vez legisladora provincial, tuvo que ver con el valor de las dietas. Por entonces, dijimos que todos los funcionarios, diputados o senadores tenían que cobrar un salario igual que una directora de escuela con 10 años de servicio, porque reivindicamos a la educación como pilar de la sociedad y la tarea de los educadores. Por supuesto, la propuesta fue votada en contra por goleada porque los partidos querían seguir ganando fortunas”, recordó Liliana Olivero.
En ese periodo, ¿qué otras propuestas impulsó desde la Legislatura de Córdoba?
LO: Como legisladora provincial presenté cerca de 400 proyectos legislativos, además del que acabo de citar. Por ejemplo, la prohibición de despidos y suspensiones frente a toda fábrica o empresa que despida y suspenda a su personal planteando que le va mal en las finanzas sin abrir sus libros para demostrarlo.
Creemos que el Estado es el que tiene que expropiar esas empresas para enfrentar, no sólo la desocupación, sino también el desarrollo industrial. Estas expropiaciones tienen que convertir a esas empresas con un plan de trabajo y el control de los trabajadores para desarrollar un verdadero sistema productivo que atienda las necesidades de la población.
En este sentido, presenté el proyecto de expropiación de la Clínica Junín en momentos muy críticos para la salud. Por entonces, junto con los trabajadores y las trabajadoras de esa clínica, elaboramos un proyecto donde tuvimos 36 firmas de las 70 que les correspondían por la cantidad de legisladores y legisladoras provinciales.
En aquel momento, dimos una enorme lucha para que se aprobara. Lamentablemente, Schiaretti se negó pero copió nuestro proyecto, es decir que hizo usurpación de él, lo ingresó por vía del Poder Ejecutivo en la Legislatura de Córdoba y, por supuesto, lo votamos. Por lo tanto, hasta el día de hoy podemos decir que existe la Clínica Junín porque Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad acompañaron una lucha que duró años.
Por otro lado, presentamos el proyecto del derecho humano al agua, que plantea, en primer lugar, declarar al agua como derecho humano y, a su vez, crear una empresa provincial para su saneamiento y distribución en contra de la privatización que tenemos hasta 2027. En aquel momento, el Gobierno peronista de la Provincia le otorgó la distribución a la empresa Suez y después a Roggio, lo que corrobora el vínculo que tiene con los grandes grupos empresarios.
Tuve el orgullo de llevar ese proyecto a distintas provincias argentinas e incluso, en una sesión especial del Parlamento Europeo en Bruselas, para generar conciencia de que el agua tiene que ser estatal y llegar a todas y a todos como derecho humano fundamental. A ese proyecto lo elaboramos con distintas comunidades involucradas en la temática y con vecinas y vecinos a los que, justamente, les cortaban el agua por no tener plata para pagar.
También presentamos una ley de protección del bosque nativo, en contra de lo que llamamos “ley del desmonte”, la cual fue votada en la Legislatura. Trabajamos muchísimo con los distintos colectivos ambientales, pero la mano negra de siempre cambió los artículos que veníamos elaborando colectivamente.
¿Qué análisis hace de la gestión de Martín Llaryora?
LO: Su plan de gobierno es la continuidad del que hizo todo el PJ cordobés con José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti. Lleva adelante la misma receta en estos casi 30 años apoyando a los grupos empresarios, eximiendo impositivamente a estos sectores que tienen mucha relación económica y política con la agroindustria y grandes grupos de las fábricas de automóviles a las que ha protegido permanentemente.
Además, reivindica la eximición impositiva, y estoy acordándome de las leyes especiales que les dieron a Volkswagen, Iveco, Renault, Motorola, a los call centers y a distintas empresas mientras aplican el ajuste dentro del Estado, en el Ministerio de Salud o el de Educación.
Por otro lado, los actos de corrupción con la obra pública, lo de este personaje siniestro de Oscar González, que llevó adelante un crimen vial y que hoy gracias a la izquierda está preso, y pudimos desnudar que no fue un accidente a pesar de que el Gobierno y la Justicia intentaron taparlo.
Tenemos un fuerte cuestionamiento no solo a la política de Llaryora, sino de quienes lo antecedieron llevándonos a un endeudamiento impagable. Es un gobierno que ajusta y precariza a la docencia con salarios de pobreza y, en cuanto al personal de salud, despidiendo a 73 trabajadores que después han tomado en algunos casos por la vía del monotributo pero que no están en condiciones laborales de planta permanente.
Por otro lado, el desmanejo de la Caja de Jubilaciones de la provincia de Córdoba, que sigue aplicando la misma ley votada por Natalia de la Sota en pandemia, entre gallos y medianoche, y que a los jubilados provinciales nos quitó el 82% móvil.
Son los mismos que aplican el verso del superávit fiscal, pero con el gran esfuerzo de los laburantes, de los jubilados. Llevan adelante el mismo plan de Milei, dirigen autoritariamente la Legislatura de Córdoba impidiendo el debate, gastan millones en pauta publicitaria y crean agencias que son verdaderos agujeros negros para justificar el vínculo privado estatal pero, en realidad, se trata de lugares para ubicar a su propia gente.
Realizan las mismas políticas de siempre y le dieron todo tipo de créditos a Milei en el Congreso, prestándoles diputados para llevar adelante la votación de la Ley Bases, los superpoderes, el RIGI, y no quiero dejar de mencionar que, utilizando la excusa de la Ley Bases, hoy estamos frente a la posibilidad de la privatización de EPEC, con un decreto de necesidad y urgencia que la caracteriza como sociedad anónima.
En la provincia de Córdoba, Milei tiene a su aliado número uno para su política de motosierra, aunque ahora en campaña es muy fácil pegarle. Hay algún distanciamiento coyuntural para conseguir algún votito, por eso fueron a buscar la discusión de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), pero no dijeron una palabra el año pasado, cuando solamente se ejecutó el 7,5% de los ATN.

Desde Provincias Unidas argumentan que el apoyo brindado a Javier Milei al inicio de su gestión es una decisión que se aplicó también con otros presidentes en sus primeros meses de gobierno. ¿Qué opina?
LO: Provincias Unidas es un acuerdo oportunista, súpercoyuntural, que no tiene grandes diferencias con el proyecto de país que sostiene la ultraderecha de La Libertad Avanza. Todos los gobernadores que la componen le dieron el apoyo a Milei.
Desde el Frente de Izquierda Unidad no justificamos que haya que apoyar a un Gobierno nacional cuando sus políticas son siniestras y tienen un nivel de crueldad social como el planteado por Milei, desconociendo el pedido de emergencia en la discapacidad, el presupuesto en las universidades públicas o el aumento miserable a las y los jubilados nacionales. Toda la política que ha llevado adelante nos permite decir que es un gobierno ajustador, coimero, entreguista y sionista, que avala el genocidio en Palestina.
Después del 26, todos, salvo el Frente de Izquierda Unidad, van a acordar en algún aspecto con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los pagos de esta estafa que es la deuda externa. En definitiva, son cómplices no solo por haber permitido la votación de leyes, los superpoderes o el RIGI, sino porque han aplicado el ajuste en sus provincias, llevando a mayor precarización laboral, más hambre, más miseria y a la entrega de nuestros recursos estratégicos.
Desde esa perspectiva, Provincias Unidas es un aporte con algunas diferencias al mismo plan que hoy exige el FMI y con el cual las trabajadoras, los trabajadores, la juventud, las mujeres, las disidencias y los sectores populares no vamos a estar mejor.
La izquierda reúne votos en localidades del interior como Leones ¿Por qué no tiene militancia?
LO: La izquierda ha crecido en estos últimos años cada vez más, a pesar de las desigualdades que sufrimos por los grandes medios masivos que nos ocultan, nos ningunean. Por otro lado, no tenemos recursos económicos como los grandes partidos patronales, que vienen gobernando hace años enganchando a vecinas y vecinos con dádivas y planes sociales.
Nosotros somos partidos de trabajadores que vivimos con la nuestra, con nuestros salarios o jubilaciones. Cumplimos horarios, las maestras van a la escuela y después salen a hacer campaña política, por ejemplo, no tienen permisos para desarrollar una campaña electoral o contribuir al partido. Entonces, no somos profesionales a sueldo de la política.
Por otro lado, cuando nos instalamos en el interior del interior, están los patrones de estancia, estos varones que existen en el conurbano bonaerense pero también en la provincia, “los dueños de los pueblos”… los intendentes, las fuerzas políticas patronales que impiden que la juventud, el trabajador, la trabajadora o el desocupado que se anima a construir una propuesta de izquierda pueda llevarla adelante porque es perseguido.
Ya nos pasó. Tenemos un montón de ejemplos de personas a las que les quitaron el empleo en el caso de empleados municipales o las expulsaron de los pueblos, como sucedió en San Francisco del Chañar, donde construimos una fuerza de izquierda socialista muy importante, incluso sacando el 14% de los votos en una elección a intendente, pero después el “señor feudal” echó a los que eran simpatizantes de la izquierda no solo haciéndoles perder el trabajo sino que tuvieron que mudarse de ciudad.
Los aíslan, los persiguen, pero a pesar de ello seguimos insistiendo en que hay que construir la única herramienta que es la izquierda para no caer en el precipicio al que nos llevan los de siempre.
Por eso, a partir de esta pregunta, convoco a que todas las personas que quieran conectarse con la militancia del Frente de Izquierda Unida, con Izquierda Socialista, lo puedan hacer porque no podemos dejar más que hagan política aquellos sectores que ya nos engañaron y prometieron cosas que no cumplieron. No podemos dejar que a la política la sigan haciendo quienes después van en contra de los intereses de las mayorías populares.
Las propuestas del FITU
Con trayectoria en la militancia y experiencia a la hora de legislar, Liliana Olivero se prepara, una vez más, para encabezar la propuesta de la izquierda en la provincia. Tal como destacó ante Nuevo Día, gran parte de quienes la acompañan son jóvenes, mujeres, trabajadoras y trabajadores, como el caso de Pablo Vera, un estudiante de abogacía que se desempeña en un call center, y cuyos afiches se repiten en las esquinas céntricas de Córdoba.
¿Qué propone el FITU para estas elecciones?
LO: Planteamos todo lo opuesto a lo que proponen no sólo la ultraderecha de La Libertad Avanza sino también todos los partidos patronales tradicionales, que tienen una crisis brutal, a tal punto que en Córdoba van 3 listas del peronismo, o los radicales, que van por otro lado pero que en definitiva después del 26 de octubre todos van a estar al unísono defendiendo al FMI, a los fondos buitres y al pago de la estafa de la deuda externa.
Por eso, el peronismo es parte del problema no de la solución y encaramos esta campaña electoral con propuestas centrales. Plata hay para salud, educación, salarios, jubilaciones, planes de vivienda y no para la deuda externa que, como ya dije, es usurera y una estafa.
(Proponemos) prohibir despidos y suspensiones, reincorporar a los despedidos producto de la motosierra y un plan de obras públicas para generar empleo genuino. Basta de precarización laboral.
A nivel educación, un aumento de emergencia importante para sostener a las universidades públicas, a la ciencia, a la técnica y, por supuesto, decimos sí a la defensa del CONICET.
A su vez, peleamos por una salud estatal gratuita y de excelencia, controlada por sus trabajadores. En ese sentido, planteamos la asistencia gratuita a todas las personas con discapacidad.
En economía, volvemos a reiterar: Dejar de pagar la deuda externa, romper con el FMI, aplicar un fuerte impuesto a las grandes fortunas, eliminar el IVA en todos los productos de la canasta familiar y sintetizamos diciendo que a la crisis la paguen los ricos y no el pueblo.

¿Qué perfil tienen las personas que la acompañan en la lista?
LO: La lista que me enorgullece encabezar está compuesta por jóvenes, trabajadoras y trabajadores, todos luchadores y luchadoras de la educación, de la salud, que representan las urgencias y los reclamos frente a la precarización laboral, la caída de salarios y de jubilaciones, la defensa de los puestos de trabajo en el caso de Matías Ávila, de Fabricaciones Militares de Río Tercero. Tenemos compañeras y compañeros no sólo de Córdoba capital, sino también del interior.
Pablo Vera, próximo a recibirse de abogado, trabaja en un call center para poder seguir estudiando y pagar el alquiler, que le cuesta un montón, y se desempeña de manera gratuita haciendo investigaciones sobre los derechos humanos en el CONICET.
Es una lista representativa de todas las cuestiones que hoy están preocupando a las mayorías populares. Se trata de gente que vive de su trabajo y que no tiene ningún tipo de privilegio o de prebendas.
Está bueno presentar una lista donde están expresadas todas las urgencias que hoy son el resultado de la aplicación de la motosierra de Milei, pero también del ajuste brutal que lleva el peronismo en Córdoba desde hace 26 años.
Después de octubre, La Libertad Avanza intentará llevar adelante reformas estructurales en el Congreso, algunas en relación a lo laboral y lo tributario. En base a su experiencia política y sindical, ¿cuál es su mirada?
LO: Son reformas estructurales que ordena el FMI, a cambio de ayuda como los U$S20 mil millones de dólares para que Milei gane las elecciones. Desde el Frente de Izquierda Unidad no avalamos ninguna de esas reformas, ni en lo laboral, ni en lo jubilatorio y menos aún una reforma impositiva.
Son 3 leyes que vamos a resistir, no sólo en las calles exigiendo a la CGT y a la CTA la convocatoria a un paro de 36 horas y un verdadero plan de lucha para derrotarlas, sino también denunciando que estas reformas estructurales nos quieren llevar a los laburantes y a los sectores populares a ser esclavos, a ser pobres.
Leones está en una zona agrícola, ¿cuál es la propuesta del FITU para el campo?
LO: Sostenemos una reforma tributaria mediante la cual pague más quien más tiene, y junto con esta propuesta, la nacionalización de la banca y el comercio exterior para terminar de una vez por todas con las grandes multinacionales como, por ejemplo, las cerealeras que se quedan con las ganancias de los pequeños productores. Lo hemos visto en estos días con las retenciones cero, que, en realidad, el pequeño productor que se vio obligado a vender su cosecha no ha recibido un peso y quienes han estado guardando son 5 ó 6 cerealeras multinacionales como Bunge, Dreyfus y otras, quienes ganaron millones en estos días.
¿Y en cuanto a las retenciones?
LO: Estamos a favor de mantener las retenciones y por un fuerte impuesto, incluso, a los que mayor cantidad de tierras tienen. Proponemos la distribución de la tierra para quien la trabaja y, por supuesto, el reconocimiento absoluto de todos los derechos laborales a los trabajadores rurales.
Estamos en contra de la precarización en la que muchos trabajan no solo estando en negro sino también siendo trabajadores golondrinas, y en contra del abuso de las grandes patronales del campo.
En realidad, queremos impulsar la reforma agraria porque estamos en contra de todos estos grandes latifundistas que se apropian cada vez más de nuestro territorio, de nuestra tierra fértil, para convertirla en grandes unidades de negocio al servicio de los bolsillos de los grandes agroexportadores.

A partir de lo comentado, ¿por qué la izquierda cordobesa debe estar en el Congreso?
LO: Porque siempre estamos del mismo lado, del lado de quienes necesitan mejorar su condición de vida, tener más presupuesto en educación para seguir estudiando, poder alquilar o tener un trabajo digno con un salario decente. Tenemos sentido común, que no es el más común de los sentidos, a partir de una propuesta que implica invertir las prioridades, porque plata hay, pero no puede ir al FMI y a la bicicleta financiera.
Por otro lado, desde el Frente de Izquierda Unidad hemos dado testimonio de que no transamos, no nos “panquequeamos” en el Congreso. Buscamos una salida de fondo porque queremos un país completamente distinto, que pueda ser gobernado por los que nunca gobernamos. Un gobierno de las y los trabajadores y de los sectores populares.
No nos podemos resignar, hay que transformar esa bronca, esa rabia, esa indignación, ese hartazgo en el que nos metieron los partidos patronales estos 40 años de fracaso en un voto por la positiva.
¿Cómo?
LO: En primer lugar, yendo a votar, porque la abstención no castiga, le da más poder a los enemigos y, a la vez, meter ese voto convincente al Frente de Izquierda Unidad para proseguir con la tarea, no solo porque somos los únicos que no vamos a avalar ninguna política de ajuste en el Congreso con los debates que se vienen, sino para seguir estando en la calle, coordinando las luchas y exigiéndoles a la CGT y a la CTA que dejen de dormir la siesta. Al plan económico de Milei no hay que frenarlo, no hay que ponerle límites como dice el kirchnerismo, sino que tenemos que derrotarlo.
Fotografías: FITU.