22 septiembre, 2025

Margarita Mollar: “Ramón Infante encarna la génesis de nuestro pueblo, es su arquitecto y artífice”

“Hombre probo, honesto y sincero, jamás proferiría una palabra que pudiera herir el oído de su interlocutor. De perfil bajo, no obstante convocante y mediador. De condición humilde y bolsillos flacos, pero espiritualmente rico y generoso, se prodigaba a sus semejantes siempre presto a tender la mano a un amigo. Sabio y previsor, agudo y perspicaz, sabía moverse con sigilo y cautela; la mirada profunda de sus pequeños ojos negros -delatores de su astucia y sagacidad-, fue la causante del mote de “el zorro”, como lo llamaban sus rivales políticos”. Así describía Margarita Mollar a Ramón Celso Infante, primer intendente de Leones, durante el centenario del municipio, en 2016.

Casi una década después de ese artículo publicado en Nuevo Día, con motivo de haberse cumplido el pasado 3 de julio un nuevo aniversario de la asunción del primer intendente, este medio dialogó con la historiadora para conocer el perfil y legado de quien estuvo a cargo de la Municipalidad de Leones desde sus inicios, y a lo largo de 3 períodos consecutivos, entre 1916 y 1925.

“Llegado desde el norte cordobés a fines del siglo XIX, Infante se estableció en Leones, haciéndose uno más y compartiendo con los lugareños el sueño de transformar la villa en un pueblo ordenado, seguro y habitable, que proveyera algo más que lo básico, sino que apuntara a ser una población progresista en constante desarrollo y, con sus pares partidarios y adversarios, lograr que dejara de ser una comuna para ascender a la categoría de municipio”, afirmó la autora de Génesis, el libro de historia local que Mollar publicó en 2009 junto a Marta Ghione de Fauro.

Busto del primer intendente de Leones, Ramón Celso Infante en Plaza 25 de Mayo.

Orden y progreso

Si bien se desconoce la fecha de nacimiento de Ramón Celso Infante debido a inconvenientes para acceder a las actas en su lugar de origen, según Mollar y Ghione de Fauro, el primer intendente nació en 1874 en Río Seco, al norte de Córdoba, y falleció, a los 69 años, el 15 de marzo de 1943 en Leones, donde se estableció a partir de 1896.

Como militante político, formó parte de la Revolución Radical de 1905 contra el gobierno del Partido Autonomista Nacional (PAN), con el fin de lograr elecciones libres y democráticas, lo cual fue conseguido recién con la reforma electoral de 1912. Durante esa revuelta, Infante luchó en Saladillo junto a otros radicales locales como Diógenes Hernández y José María Martínez, según narran las historiadoras en su libro.

Durante sus primeros años en el sudeste, Infante también fue miembro colaborador de las primeras Comisiones Administrativas y trabajó para alcanzar la institucionalización de la localidad, lográndolo a partir de la elección del 2 de abril de 1916 -en la que también se eligieron autoridades presidenciales- que le permitió acceder a la intendencia. “Respetó y fue respetado por este pueblo, que lo eligió su primer intendente por amplia mayoría, cargo que mantuvo durante 9 años, donando sus honorarios”, le dijo Mollar a Nuevo Día.

Tras dejar la intendencia, Infante presidió la comisión directiva del Club Social y fue procurador y corresponsal de los diarios La Prensa y La Capital. Además, se desempeñó como juez de paz y titular del Registro Civil en 1936, cargos que ocupó hasta fallecer en 1943 bajo modestas condiciones, a tal punto de no tener vivienda propia ni ahorros para su sepelio.

¿Quién fue Ramón Infante y qué obras o legado dejó en Leones?

MM: Ramón Infante encarna la génesis de nuestro pueblo, es su arquitecto y artífice. Me es imposible pensar en una obra más relevante que otra para cada período pues, en primer lugar, debe verse al conjunto de los 3 primeros intendentes -de 1916 a 1930- como un proceso fundante de la organización institucional.  

Los tres períodos consecutivos, de 3 años cada uno, liderados por Infante en el municipio deben apreciase como un proyecto fundamental, al final del cual nuestro primer intendente entregó a sus sucesores una población ordenada, con el 70% de lo pergeñado logrado, quedando por resolver sólo algunos detalles que imponían las nuevas tecnologías.

En ese sentido, Infante perteneció a ese puñado de hombres fuertes que lideraron nuestros orígenes. Si bien sus sucesores también fueron hombres con capacidad de gestión, pragmáticos, resolutivos y con objetivos claros y precisos, los 3 períodos de Infante estuvieron signados por su sello personal: orden y progreso, arquetipo de la modernidad, que reemplaza el mito por la razón mezclada con la utopía. 

El orden y el progreso, pilares de su gestión, sostuvieron su plan y fueron logrados con principios básicos: rigurosidad, austeridad, disciplina, severidad, aunque con templanza y respeto.

A principios del siglo XX, Leones no contaba con una organización institucional que permitiera establecer pautas para la vida en una comunidad que, según las crónicas de la época, parecía una caótica “tierra de nadie”. En ese sentido, la formación del municipio tras el triunfo del radicalismo en las elecciones que llevaron a Ramón Infante a la intendencia, logró poner orden en la pequeña villa.

Calle céntrica de la ciudad lleva el nombre del primer intendente de Leones.

¿Cómo logró Infante esa idea de orden y progreso que usted describe?

MM: El orden se reglamentó con un instrumento legal jurídicamente importante y muy completo por lo abarcativo: la primera ordenanza municipal de impuestos de 1916, destinada a pautar y administrar los usos y costumbres de los ciudadanos.

En tanto, el progreso llegó de la mano de la construcción; la producción; la urbanización; los servicios públicos como la electrificación, el alumbrado público y el agua potable; la planificación edilicia; la traza del pueblo mediante calles, caminos, edificios, plazas, paseos y ornamentación; el uso de los espacios públicos y privados; la regulación del tráfico y la comercialización; el expendio de alimentos, higiene y salubridad. Es decir, de servicios esenciales para la subsistencia humana y las tareas sociales, productivas y comerciales.

Usted suele destacar valores personales de Infante, ¿de qué modo se vieron reflejados en esos 9 años de gestión?

MM: La honestidad del primer intendente se traduce en la depuración de los padrones antes de cada elección y en el respeto de la Ley Orgánica Municipal de la provincia. Su disciplina, minuciosidad y rigurosidad se vislumbran en los balances, la presentación de los presupuestos anuales y el preciso rendimiento de cuentas en el discurso de apertura de las sesiones anuales del Concejo Deliberante (HCD). 

Asimismo, su severidad se observa en la aplicación de multas y punitivos a quienes no respetaban las ordenanzas. No obstante, Infante era una persona con mucha templanza, muy respetuoso, de bajo perfil, aunque ilustrado, sumamente perspicaz y astuto.

Genio y figura hasta la sepultura, vivió frugalmente y murió en la total pobreza. El intendente de ese momento, Amadeo Bertini, asumió el costo de su sepelio.

Un legado desconocido

En Leones, una de las calles principales de la zona céntrica lleva el nombre de Ramón Infante y, desde 1965, un busto del primer intendente forma parte de la Plaza 25 de Mayo. La obra fue realizada por el escultor cordobés Agustín Tosello, el mismo autor del Monumento a la Madre, por encargo del intendente Pedro Zanotti. Asimismo, diversos espacios locales aún forman parte de esa planificación inicial que Infante pergeñó para el crecimiento de la localidad.

Existe la idea que, durante la gestión de Infante, surgió el concepto de convertir a Leones en “un pueblo jardín”, algo que quedó reflejado en la belleza natural de bulevares y plazas. ¿Fue así? ¿Qué nos puede comentar sobre ese aspecto?

MM: La idea disparadora de “Leones-vergel” aparece recién en el anuario provincial de 1927. Por entonces, la intendencia estaba a cargo de Santiago Godino. El periodista (corresponsal) describe a la población de ese modo. Las semblanzas sobre Leones y algunos de sus personajes influyentes estaban firmadas por Alfredo Escobar Uribe. Con respecto a “los jardines que engalanaban al barrio de domingo”, pertenecían a un Jefe de Correos, que solía hablar muy poéticamente y escribir de igual modo.

Es importante destacar que, en 1916, Leones constituía una pequeña villa, mientras que hacia 1927 ya contaba con 6.000 habitantes y era un pueblo armado con todas las necesidades cubiertas, incluso con telefonía.

Por lo que antecede, pienso que, más bien, el sueño de Infante era definitivamente la institucionalización. En primer lugar, su gestión buscó establecer el libre juego entre los poderes legislativo y ejecutivo, dar lugar e incentivar a la participación ciudadana y restablecer la legalidad y transparencia en los comicios, en la administración y en la gestión de gobierno en pos de convertir esta “tierra de nadie” en una población organizada por medio de instrumentos e instituciones que regularan la vida cotidiana.

A través de la lectura de documentación, se hacen visibles una serie de tensiones: diferencias culturales, sociopolíticas entre “lo gringo” y “lo criollo” y nudos problemáticos que aparecen, de tanto en tanto. Estas tensiones, por ejemplo, se evidencian en los conflictos entre el Partido Demócrata y la recién fundada Unión Cívica Radical o entre la Iglesia Católica y algunas resoluciones municipales de Infante -como la administración del cementerio-, a partir de intervenciones de concejales demócratas, que a su vez formaban parte de grupos o asociaciones parroquiales.

Calle céntrica de la ciudad lleva el nombre del primer intendente de Leones.

¿Considera que la población conoce sobre la vida del primer intendente? ¿Se habla de él en las escuelas?

MM: No creo que se conozca la vida y obra de Ramón Celso Infante, ni que se enseñe en las escuelas. Con mucho pesar, he escuchado a personas mayores repetir desde el desconocimiento falsos testimonios, enarbolados en las reñidas campañas electorales de aquella época.

Un dato a tener en cuenta, por ejemplo, es su tumba. Amadeo Bertini era el intendente municipal cuando falleció Ramón Infante. Supongo, pues no hay fotos, que su tumba era la adecuada para esa época. Abandonada por años, fue restaurada en 2016 por la intendente Lorena Bussi a partir de constantes pedidos de intervención, pero en la actualidad está nuevamente abandonada.

Fotos: Nuevo Día

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