“En general, quien quiera dedicarse a la tecnología, o incluso emprender, debe tener presente 4 aspectos: primero, perder el estado de confort continuamente; segundo, pensar en grande; tercero, ser humilde y cuarto, no perder la curiosidad”, afirmó Martín Frascaroli al ser consultado por Nuevo Día sobre qué le sugeriría a un joven leonense que, como él, quiere dedicarse a este campo al terminar la secundaria.
Más allá de esas consideraciones, para el leonense también resulta clave rodearse de personas que motiven a crecer: “Cualquiera que piense en emprender, incluso mucho antes de los 18 años, debería tratar de rodearse de gente que sea brillante y que sepa mucho de lo que él quiere hacer en el mismo pueblo. En mi caso, tuve mucha suerte de rodearme de gente que me acompañó, que me dio trabajo, como Mario Gariglio, entre otros. Estas personas me ayudaron a que tuviera varios conocimientos que me permitieron avanzar, antes de cumplir los 18”.
Desde Madrid, el emprendedor repasó cómo fue el proceso a través del cual, hace ya más de una década, llevó adelante una empresa basada en Inteligencia Artificial (IA) conversacional y generativa, cuando pocos apostaban a esa tecnología, lo cual le permitió trascender fronteras y lograr el reconocimiento no sólo de su sector sino también del mundo de los negocios.
“Ahora, todo el mundo habla de IA, pero hace 14 años nosotros empezamos a usarla y teníamos que explicarle a las empresas lo que era, no estaba el concepto de automatizar. Hoy, todos conocen ChatGPT, lo que es un bot o lo que podés automatizar, pero, en parte, fuimos el primer proveedor de toda Latinoamérica en hacerlo”, indicó el creador de Aivo, una empresa que se especializó en el diseño y desarrollo de IA para atención al cliente mediante software.

Tecnología, innovación y liderazgo
Tras finalizar la escuela secundaria en el IPETyM Nº 256 y comenzar un recorrido ideando emprendimientos tecnológicos en Córdoba y Buenos Aires, en 2012, Martín Frascaroli decidió fundar una empresa para acompañar a otras en la atención de sus clientes mediante chat bots, los programas de software que, a través de textos o voz, simulan conversaciones con usuarios humanos para asistirles.
Esperar minutos y minutos hasta que alguien respondiera un llamado despertó el interés de Frascaroli con un objetivo claro: darle una solución a esa necesidad a través del desarrollo de un programa que, de manera automática, asistiera al usuario, un recurso que hoy usan la mayoría de las empresas pero que en ese momento convirtió al leonense en un pionero de los chatbots en América latina.
Aivo fue un proyecto innovador, ideado en una época donde recién en el mundo corporativo se comenzaba a hablar de la automatización y la asistencia virtual a través de IA para darles servicios a los clientes. Creada en Argentina, esta empresa global, especializada en experiencias conversacionales automatizadas impulsadas por IA para el sector empresarial, operó en América y Europa. Durante 11 años brindó servicios a más de 200 clientes y logró más de 150 millones de conversaciones de usuarios.
Entre aciertos, fracasos, éxitos y permanente aprendizaje, la firma fue creciendo e incrementando su cartera de inversión hasta llegar a Silicon Valley. Hace 2 años atrás, su creador decidió venderla a Engageware, una compañía norteamericana que desde hace 2 décadas ofrece, a más de 500 clientes, soluciones integrales para la interacción con usuarios.

¿En qué año decidiste vender tu empresa y por qué?
MF: Vendí en agosto de 2023 por 2 motivos: primero porque tenía inversores y, desde el momento que contás con inversores tenés que vender porque es la única forma de devolverle el dinero que invirtieron y, segundo, porque las oportunidades de vender no salen todo el tiempo, y ya había cumplido una etapa.
En España, ¿a qué te dedicás actualmente?
MF: Hago mentorías a emprendedores y luego estoy viendo qué hacer en la otra mitad de mi vida: realizo inversiones y soy director de tecnología de Alex Rivera, una fundación donde lidero un proyecto sobre cómo utilizar la IA para ayudar a personas con discapacidad intelectual, como síndrome de Down, a vivir de manera autónoma en una vivienda asistida por inteligencia artificial.
Visión y optimismo
Con mucho esfuerzo y obstinación, Martín Frascaroli pasó de armar computadoras en Leones y crear un cibercafé, una empresa de marketing online y una consultora para un contact center a convencer a inversores de Silicon Valley para que apostaran por Aivo, la compañía que lideró a lo largo de 11 años.
En la actualidad, sin títulos universitarios de por medio pero con un bagaje de experiencias que certifican no solo su trayectoria sino también su capacidad visionaria para liderar innovaciones con impacto social y económico, Frascaroli acompaña a empresas e instituciones a llevar adelante proyectos de base tecnológica. A sus 43 años, el leonense apuesta por el conocimiento, pero de la mano de una actitud proactiva, más allá de los contextos y de los climas de época.

En base a tu experiencia, ¿qué significa emprender desde el interior del interior de Argentina?
MF: Sin duda, es mucho más difícil, porque no tenés el networking (NdR: red de contactos, en términos profesionales) ni el conocimiento y los recursos son relativos, por lo que resulta un poco más complejo, sobre todo al principio.
Tenés que moverte más. Yo pasé de Leones a Córdoba, de Córdoba a Buenos Aires y después abrí en San Pablo (Brasil), México, Colombia. En los últimos 4 años, di 22 vueltas al mundo viajando en avión. Creo que la única forma de emprender desde el interior si querés hacer algo grande -porque también se puede emprender sin necesidad de realizar algo global- es viajar, conocer gente y gastarle tiempo a eso.
¿Cuánto influye el panorama político a la hora de emprender y tomar decisiones?
MF: Poco, la verdad… obviamente, no soy tonto y tengo que tenerlo en cuenta, pero desde el día 0 mi visión fue que no teníamos que depender solamente de Argentina en los negocios, por lo que, a medida que la empresa fue creciendo, Argentina solamente representó el 20% del total de lo que ganábamos. El principal problema o factor a solucionar era que el país no fuera tan incidente en el crecimiento de la compañía.
Siempre fui un optimista, y la Argentina siempre me defraudó en todos los formatos. Entonces, emprender en el país es más difícil, creo que, en vez de ser un facilitador, para muchos de los emprendedores éste resulta su peor enemigo, para mí inclusive, pero no puedo depender de lo político.
La Argentina cambia constantemente, y mi visión sobre eso es crecer con lo que tenés y con las reglas del juego que hay. Si tenés que depender de lo político, en un país como Argentina que cambia todos los lunes y los jueves, no hacés nada.

El futuro llegó hace rato
La innovación basada en los desarrollos tecnológicos, la automatización, el intercambio de datos integrados y albergados en Internet y el empleo de la IA en la prestación de servicios fueron marcando la carrera de Martín Frascaroli desde el día que partió de Leones. La incidencia de este campo en la vida de las personas hoy ya resulta ineludible, algo que el leonense advirtió con mucha antelación, lo cual lo define como todo un “visionario 4.0”, un líder capaz de emplear los cambios tecnológicos a su favor.
¿Qué se viene, entonces, ante esta cuarta revolución industrial basada en las tecnologías digitales que buscan integrarse, incluso, con lo físico y lo biológico? ¿De qué modo la IA seguirá evolucionando tan rápido que hasta podrá afectar no solo la cotidianeidad sino también profesiones y oficios que parecían estables?
“Yo veo el presente y el futuro de la IA como prometedor”, analizó Frascaroli demostrando su optimismo ante los cambios. Y agregó: “Se trata de una revolución industrial más, por lo que lo veo prometedor a nivel negocio también. Creo que la IA ayudará a hacer empresas de modo mucho más fácil y rápido, y les permitirá tomar decisiones. También ayudará a crear pequeñas firmas que van a ganar mucho dinero, por lo que resultará prometedor en la mayoría de los aspectos”.
Según el emprendedor tecnológico, la IA “es una gran oportunidad para todos, para la gente del interior, para toda la Argentina. Una oportunidad única porque permite hacer muchas cosas con recursos menores que los que se necesitaban antes”. En ese sentido, el leonense sentenció: “Persona que use IA vale más, genera más que persona que no lo hace. Por lo tanto, creo que hay un presente y un futuro prometedor”.
Más allá de estos aspectos positivos, Frascaroli también advirtió algunas dificultades: “Por ahí, el lado más negro, radica en la educación, creo que ese campo no se va a adaptar tan rápido para un mundo donde en la IA están todas las respuestas”.
Lejos de quedarse de brazos cruzados, en 2024, el especialista regresó a Leones para inaugurar, junto a la organización de tecnología educativa Educabot, la primera aula Maker de Córdoba en la escuela donde cursó el secundario, abriendo las puertas para que otros jóvenes también puedan encontrar la vocación que lo convirtió en un referente de la innovación tecnológica a nivel global.

Fotos: gentileza Martín Frascaroli y Nuevo Día.