Hace 60 años, José y Luis Leoni ¿habrán imaginado que el avance tecnológico iba a llegar tan lejos como para complementar el trabajo de sus pulverizadoras con drones? Seguramente no, pero la actualización de esta empresa leonense llevó a que estas tradicionales máquinas puedan seguir acompañando a los productores de todo el país, sumando versiones autopropulsadas que trabajan junto a estos vehículos aéreos.
“El avance de los drones no nos afecta, porque éstos se complementan con nuestros productos. Hoy, los drones se utilizan para generar mapeos donde después va a aplicar una pulverizadora terrestre, para hacer manchones, por ejemplo, o para aplicaciones puntuales en cultivos altos, donde la pulverizadora ya no puede pasar”, describe Martín Rinaudo, encargado del área de Compras y Producción y nieto de uno de los fundadores de Releyco SRL.
Según el diseñador industrial, las pulverizadoras, además, se destacan porque tienen una mayor autonomía de trabajo con respecto a los drones, un aspecto muy valorado entre los productores agropecuarios. Debido a eso, hoy, más que adversarias, estas maquinarias son compañeras de equipo en las tareas rurales.

Capacidad para adaptarse e innovar
Fundada en 1963 por los hermanos José y Luis Leoni junto a Luis Reale, Releyco SRL es una de las firmas con más trayectoria en el sector metalmecánico del sudeste de Córdoba. Al poco tiempo de su creación, la empresa quedó a cargo solo de la familia Leoni, una tradición que continúa hasta el presente.
En la actualidad, la empresa tiene 3 socios: Juan Carlos Leoni, Analía Leoni y Lucila Leoni, hijos de los socios fundadores. Ubicada sobre ruta 9, entre directivos y operarios, cada día 12 personas ponen en marcha diferentes líneas de productos, entre las que predominan pulverizadoras, hoyadoras y desobstructores.
¿Qué productos tienen mayor aceptación?
MR: Nuestra línea de productos se destaca principalmente por las pulverizadoras autopropulsadas con transmisión hidrostática 4×4, de arrastre y de enganche 3 puntos, las hoyadoras y los desobstructores de arrastre o montados sobre camión.
Las pulverizadoras autopropulsadas y las hoyadoras son las que más consultas reciben. Además, las pulverizadoras autopropulsadas usadas están desplazando del mercado a las de arrastres nuevas porque se asemejan en precios y son más ágiles para su traslado. Asimismo, tienen mayor despeje para trabajar sobre los cultivos que las pulverizadoras de arrastre, las cuales cuentan con uno más bajo.
En promedio, ¿cuál es el nivel de producción?
MR: En los últimos años, la producción fue bastante irregular debido a los vaivenes del mercado agropecuario y de las municipalidades, por lo que puede variar bastante el promedio anual entre toda la línea de nuestros productos.
En el caso de las pulverizadoras, también reacondicionamos equipos usados de nuestra marca, una tendencia que creció bastante por la baja rentabilidad que viene atravesando el sector agropecuario en estos últimos tiempos. Hoy, el productor o contratista prefiere reacondicionar su equipo antes que ir por uno nuevo.


¿Quiénes son sus principales clientes y de dónde provienen?
MR: Vendemos a todo el país. Nuestros principales clientes son productores agropecuarios y contratistas rurales en lo que respecta a pulverizadores y hoyadoras, y en cuanto a desobstructores, municipalidades y cooperativas.
¿Exportan?
MR: En estos momentos, no estamos exportando.
Tiempo de espera
Con 62 años de trayectoria, empresas como Releyco necesitan seguir actualizándose para brindarles a sus clientes soluciones a las necesidades que, debido a las características del sector y al incesante avance tecnológico, surgen todo el tiempo. A estos factores se les suma el contexto socioeconómico, que les exige a las firmas continuar adaptándose al mercado.
“Este no es un año muy bueno para el sector agropecuario debido a la baja tendencia de los precios de los granos y los vaivenes económicos de nuestro país en los últimos años, por lo que el objetivo para lo que resta de 2025 es seguir con la producción de toda la línea de productos y atender a nuestros clientes con servicios y repuestos. A su vez, estamos realizando algunas actualizaciones en cuanto a pulverizadoras autopropulsadas”, le anticipó Rinaudo a Nuevo Día.


Lejos de bajar los brazos, y a pesar de las diferentes crisis económicas, los Leoni continúan apostando por seguir diseñando y fabricando las maquinarias que les permitieron trascender, desde hace décadas, a nivel nacional.
“Este último tiempo decidimos mantenernos con la misma estructura y, por el momento, no incrementar el plantel de personal hasta que mejore el mercado del sector agropecuario”, explicó el diseñador industrial al ser consultado por este medio si tuvieron que realizar ajustes en su planta para adaptarse a cambios en las políticas económicas.
Y agregó: “Nuestro principal cliente, el sector agropecuario, viene bastante golpeado por diversas variables, principalmente en lo que respecta a los bajos precios de los granos, como mencioné antes, pero también debido a los altos porcentajes de retenciones en relación a los precios de los cereales. A su vez, se viene recuperando de una sequía bastante importante, que sucedió hace 2 años atrás, y en 2024 algunas regiones se vieron afectadas por la famosa “chicharrita”, que originó importantes daños en los rendimientos de maíz”.
Sumado a esto, el empresario local también consideró que la oferta bancaria en materia de créditos incluye tasas de interés elevadas, lo cual resulta otro condicionamiento para los productores. “Si bien en estos últimos meses bajaron, siguen siendo poco atractivas para la compra de maquinaria nueva. Es como que las mismas empresas, con esfuerzos muy grandes, tenemos que “oficiar de bancos” para concretar ventas”, señaló.



Más allá de la comercialización, el circuito inicia con la fabricación de las distintas maquinarias, un punto de arranque en el que Releyco no está solo. Su plantel de operarios resulta clave en cada etapa de ese proceso, de allí que su formación y experiencia son otros aspectos fundamentales.
Consultado por Nuevo Día sobre el nivel de especialización que brindan las escuelas técnicas de la zona y de qué modo esa formación les ayuda a los jóvenes a insertarse en el sector metalmecánico, Martín Rinaudo señaló que, en realidad, los trabajadores se terminan de formar en las fábricas, lo que no quita que en las instituciones se puedan seguir afianzando saberes técnicos específicos.
“Si bien los egresados salen con conocimientos básicos, la formación se termina profundizando dentro de las empresas, especialmente en temas como soldadura o tornería. De todos modos, a éstas les cuesta encontrar personas para ejercer estos oficios, ya que la oferta es bastante escasa. En ese sentido, en las escuelas técnicas se podría incorporar, por ejemplo, formación sobre oleohidráulica”, sugirió el diseñador industrial.


Fotos: Nuevo Día.