Ropa, alimentos, mantas, cursos de formación, apoyo económico, una taza de leche calentita o, simplemente, la voluntad de escuchar. Desde hace varios años, instituciones y grupos de leonenses dedican horas de su vida para una de las tareas más nobles del ser humano: ayudar a otros, en muchos casos niños y adolescentes.
En Argentina, según una encuesta reciente de Unicef, un millón de menores de 18 años se va a dormir sin cenar. El dato provoca mayor escozor si se tiene en cuenta que en los últimos meses la cifra podría haber ascendido a 1,5 millones. Si se incluye a los adultos de esos hogares, serían 4,5 millones los argentinos que se acuestan sin comer.
Pero el avance de la pobreza no es nuevo. Un informe de la Universidad Nacional de La Plata revela que “desde 2011, los resultados que Argentina obtuvo en la lucha contra la pobreza han sido malos (….) Si bien hubo algunos años donde la pobreza y la indigencia cayeron (2013-2015-2017-2021), no existió un proceso sostenido y sostenible de reducción de la pobreza en ningún momento de los últimos 15 años”.
El estudio adjudica esta situación a la inflación y a la falta de crecimiento económico: “Desde 2011 a la actualidad el producto per cápita cayó más del 10% (….) La falta de crecimiento supone una economía poco dinámica, donde la tasa de creación de empleo registrado es baja o nula y, en ese sentido, no mejora la calidad del empleo. Pero además, la inflación se fue acelerando prácticamente en todos los años, lo que fue erosionando el poder adquisitivo de los trabajadores, y generó una suba de la pobreza en un contexto donde no subió el desempleo”.
Mientras los referentes políticos se acusan mutuamente de haber generado o agravado esta problemática en el país, desde hace años, grupos de ciudadanos se organizan a través de espacios oficiales y privados para mitigar la falta o escasez de recursos económicos que impiden llevar adelante una vida digna a millones de argentinos.

Leones no es la excepción, pero en los últimos años comenzó a darse una particularidad: personas de distintas provincias, especialmente del Norte, comenzaron a llegar en busca de trabajo. Esto exigió que, ante las condiciones de informalidad que suelen acompañar a los migrantes hasta su radicación definitiva, el Estado municipal y algunos vecinos comenzaran a atender diversos requerimientos de asistencia.
En ese sentido, desde la nueva área de Acción Social municipal le comentaron a Nuevo Día que este fenómeno viene cobrando fuerza, por lo que se vieron obligados a incrementar los recorridos territoriales para profundizar el relevamiento de migrantes y establecer acciones de asistencia acordes a múltiples necesidades.
Desde algunas organizaciones locales también advirtieron esta situación. “Resulta complejo definir con exactitud a cuántas personas se asiste cada mes, porque la situación fue variando, especialmente en los últimos años a partir de la llegada de muchas personas provenientes del Noreste argentino”, asegura Gloria Morano, una de las coordinadoras del Ropero de Cáritas.
Esta es una de las agrupaciones locales que se dedican a la ayuda social a través de roperos, merenderos, centros de tejidos o grupos de Whatsapp. En el marco del Día Nacional de la Solidaridad, Nuevo Día relevó algunos centros de ayuda leonenses. En muchos casos, pertenecen a instituciones religiosas, pero en otros se trata de vecinos que, de manera anónima, se ocupan de asistir a decenas de personas cada semana.
Conocé dónde ofrecer o solicitar ayuda:
- Área de Acción Social Municipal (Alberdi 631, barrio Sur). Además del trabajo en territorio para relevar necesidades socioeconómicas de la población y acompañar a familias migrantes que llegan a Leones en busca de trabajo, en 2024 el Área incorporó nuevas funciones: 1) Relevamiento de necesidades educativas para promover cursos de capacitación que deriven en oportunidades laborales (talleres de costura y pintura decorativa, entre otros) 2) Asistencia y asesoramiento a víctimas de violencia de género a cargo de especialistas 3) Acompañamiento en la gestión de trámites digitales a familias sin acceso a Internet y formación para la alfabetización tecnológica de la ciudadanía mediante cursos como “Adultos en red” 4) Equipo especializado en niñez 5) Ayuda económica para el pago de servicios. El Área funciona de lunes a viernes, de 7 a 13 horas, en el nuevo espacio del barrio Sur (ex salón de Guardería municipal), donde también se dictan los cursos y talleres de capacitación.
- Ropero de Cáritas (Salón parroquial, General Paz y Rivadavia). Su actividad fue retomada hace 9 años y es coordinada por Gloria Morano y Ana Magnaterra. Recibe especialmente ropa y calzado, además de colchones, muebles y menaje. Para donar o solicitar materiales, las personas deben asistir al Salón parroquial los días jueves, desde las 9 de la mañana. Todo se da sin pedir ninguna colaboración.
- Ropero solidario “Don Bosco”, de la Capilla María Auxiliadora (Intendente Zanotti 815). Formado en 2018, pertenece a Cáritas y es atendido por 5 personas todos los miércoles, de 9 a 12. El ropero entrega ropa de vestir, calzado, ropa de cama, frazadas, cortinas, manteles y, eventualmente, electrodomésticos pequeños o muebles. Las personas interesadas en recibir ayuda pueden acudir a la capilla los días de atención. “En promedio, el ropero asiste a 30 familias por mes, según la época. La mayor demanda se da a inicios del invierno, cuando las personas acuden en busca de frazadas y abrigos”, cuenta Patricia Poletti, una de las integrantes. Las donaciones se pueden entregar en la capilla o comunicándose telefónicamente al 3472 46-7614.

- Taller de tejido del Centro de Jubilados y Pensionados de Leones (Rivadavia 977). Funciona desde hace 18 años. A partir de la pandemia, el grupo de 30 adultos mayores comenzó a producir “mantas solidarias” mediante el tejido de cuadraditos al crochet, que luego utilizan para la confección de mantas con la ayuda de colaboradores externos. Las producciones solo son entregadas a Cáritas, quien se ocupa de distribuirlas en sus roperos (no se hacen donaciones particulares en el local). Cada año, la docente Evangelina Mainardi (Instituto General Paz) y sus alumnos también donan cuadraditos de tejidos para armar mantas (en 2024, produjeron entre 1.500 y 2.000 unidades). Entre otros destinatarios, las “mantas solidarias” fueron donadas a los asilos del hospital. El grupo, además, teje gorros, cuellitos y bufandas para niños de la Escuela “Comandante Luis Piedrabuena”. Las donaciones de lana nueva y/o usada se reciben en el Centro de Jubilados, comenta Rosana Pagani, coordinadora del taller. El grupo teje cada lunes.
- Merendero “María de Nazareth” (al lado de la Capilla Sagrado Corazón de Jesús, barrio la Fortuna). Desde 2017, 14 personas se ocupan de brindar ayuda a través del merendero y las clases de apoyo escolar. “En promedio, se asisten entre 30 y 50 niños de distintas edades”, comenta Graciela López, una de las integrantes del grupo. Las personas interesadas en ayudar pueden acercarse al merendero de lunes a viernes, de 14 a 17.30.
- Merendero “La Barra De Jesús” (Casiano Ortega s/n, barrio La Fortuna). Este espacio de la iglesia evangélica Betel funciona desde 2021. En él, 7 personas brindan ayuda los domingos, de 10 a 13, en la calle Casiano Ortega, mientras que el ropero funciona los domingos por la tarde en la casa de Mari Rossi, sobre calle Tiscornia. Las personas interesadas en donar o ayudar pueden comunicarse al 3472-591067 (Maribel Reinoso) ó 3472-449204 (Mari Rossi). Se reciben leche, carne, fideos, galletitas, golosinas, facturas, pan, ropa, calzados y útiles. En promedio, el grupo asiste por semana entre 45 y 50 niños, incluidas sus familias.
- Merendero “El Arca de Noé” (Sarmiento 895, barrio Sur). Pertenece al Ministerio Evangélico “Nueva visión” y funciona desde comienzos de 2023. Cada domingo, 5 mujeres de la iglesia, entre ellas una docente, se ocupan de organizar la merienda para los chicos. Cuando se realizan eventos más grandes, se suman más colaboradores. La ayuda que reciben proviene del Área de Acción Social de la Municipalidad y consiste en leche, mate cocido, golosinas, etc. El merendero solo funciona los domingos. “Generalmente, vienen entre 25 y 30 niños que viven en el barrio Sur o forman parte de la iglesia. Este año no se realizaron festejos por falta de insumos y donaciones”, comenta Cristina Farías, quien coordina el espacio junto a su esposo.
- Grupos de WhatsApp. Comerciantes locales, docentes y demás ciudadanos gestionan ayuda social a través de diferentes grupos que se ocupan de acompañar a personas que requieren de alguna asistencia en particular, en determinados momentos. Los grupos, en su mayoría anónimos, se organizan a través del WhatsApp y funcionan de manera virtual durante todo el año, sin un lugar físico específico donde llevar o solicitar donaciones.
Informe: María Alejandra Gallo y Cristian Walter Celis.
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