16 mayo, 2025

Carla Penna: “La sensibilidad por las emociones humanas me identifica desde pequeña”

Tras la muerte de su madre, y ante un país que había sido golpeado por la crisis de 2001, la periodista y escritora leonense decidió emigrar en 2003 junto a Gustavo, su compañero de vida, para seguir formándose en Europa. Haber trabajado en un banco durante las semanas del “corralito” también influyó en su decisión.  

“Me fui de Argentina después de terminar Periodismo porque quería hacer la experiencia de vivir fuera y estudiar un posgrado. La idea de tener una vivencia en el extranjero me había acompañado desde el principio de mi carrera”, cuenta Carla Penna desde La Garriga, Barcelona (España).

“Pasaron casi 22 años y mi vida laboral ha fluctuado casi como una montaña rusa. Soy mujer, mamá, pareja, amiga. Soy escritora: escribo, corrijo, busco ideas, leo, hago talleres, además de lecturas con mis textos. Hago todo lo que me permita conservar mi función de escritora y solventarme económicamente para seguir creciendo”, le confiesa la leonense a Nuevo Día mientras prepara el lanzamiento de su segundo libro.

La distancia con la familia y los amigos fue uno de sus principales retos, al igual que las diferencias culturales. Sin embargo, hay algo que atraviesa todo lo que la autora cuenta, y es la incidencia de su forma de sentir al escribir o al realizar distintos tipos de trabajo, desde tareas de comunicación hasta otras administrativas, de atención al cliente o incluso el monitoreo en un comedor escolar.

“Hay un denominador común con el que he tenido que lidiar por mi forma de ser emocional: la gran diferencia a la hora de sentir, expresar, establecer vínculos y convivir -analiza- En Europa se vive con más distancia corporal, con una sensibilidad menos desarrollada que en América Latina, con otros tiempos para lograr confianza, con un fluir más lento, pero con una lealtad, una apertura mental, un orden y una estabilidad social muy positiva”.

Más adelante, Carla quiere crear una novela inspirada en su abuela materna.

Escribir en clave femenina

Dentro de esa forma de sentir, las cuestiones de género y familiares también están presentes en la vida de Carla desde la infancia, cuando intercambiaba textos y apreciaciones de libros con su tía Nilda, quien también amaba la literatura.

“Escribo desde los 11 años. Es una vocación que me ha salvado la vida, que me ha acompañado siempre y me ha servido también como terapia alternativa. Mi apellido es Penna, que en italiano significa “pluma”, así que supongo que en mis antepasados hay escritores”, recuerda la seguidora de Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Eduardo Galeano, aunque también lee a Vanessa Montfort, Alejandro Palomas y Laura Riñón.

Entre los géneros preferidos, la licenciada en Comunicación Social y magíster en Escritura Creativa e Industria Editorial –entre otros posgrados- se inclina por la novela, los microrrelatos y la poesía. “Me interesan las maneras de sentir, los conflictos familiares, las mujeres, los intríngulis pasionales, las luces y las sombras de la humanidad como concepto social plasmados en la literatura, el cine, el teatro, la televisión tanto desde el punto de vista biográfico como ficcional. Creo que por deformación profesional el cruce entre la realidad y la ficción es mi life style”, dice.

Toda esa pasión por leer, observar y narrar también se traduce en sus obras. En diciembre de 2019, Carla lanzó su primer libro, a través de Niña Loba Editorial. al. Actualmente, desde Argentina, la obra se puede adquirir en formato papel en Busca Libre.

¿De qué trata Ellas en clave femenina?

CP: Este libro surgió hace 7 años, a partir de una mudanza de Barcelona, la capital catalana, a La Garriga, mi pueblo actual. En ese momento yo estaba por cumplir 40 años. Era una época de muchas preguntas y me encontré con una amiga psicóloga con necesidades parecidas y ganas de reflexionar sobre lo que nos pasa a las mujeres.

Es un manifiesto femenino de microrrelatos poéticos que hablan sobre las mujeres. Pequeñas dosis literarias bañadas de realidad: todas nuestras vivencias, nuestras facetas, nuestras funciones, nuestros sentimientos y pensamientos, nuestros amores y desamores, nuestros silencios, nuestros gritos, nuestros anhelos, nuestras emociones.

Me sentí con la responsabilidad de trasmitirlo, con el propósito de que cuanto más nos conociéramos más podríamos empoderarnos, demostrarnos a nosotras mismas, a otras mujeres y a los hombres cómo somos y reconocer nuestro valor.

“En mis libros hay compromiso con mis personajes y conmigo misma”, asegura la autora.

Te describís como especialista en “poesía con orientación a la temática femenina y las emociones” ¿en qué consiste?

CP: Son los tres pilares en los que consciente o inconscientemente he erigido mi vida y también mi primer escalón literario. Cuando comencé a escribir, la poesía me dio la medida exacta y el tono correcto para decir lo que quería y es parte de mi estilo literario.

El interés por la temática femenina tiene que ver con el punto de vista desde donde observo, mi historia personal de estar rodeada siempre por muchas mujeres valientes, vulnerables y verdaderas: madre, abuela, hermana, tías, amigas e hijas.

La sensibilidad por las emociones humanas es una característica natural que me ha identificado desde muy pequeña y que he volcado en cada cosa que emprendo.

Para la escritora, un libro es como un hijo: “Por eso me llevan años y los concibo cuando se ha cumplido el proceso en plenitud”.

Más libros

A sus 46 años, Carla sigue preparando la edición de su segundo libro, mientras lleva adelante una agenda cargada de metas y desafíos editoriales.

¿Cuáles son tus planes para 2025?

CP: El primer objetivo es terminar de corregir Cuando perder es ganar, mi segundo libro, y buscar una editorial. Es una obra de relatos cortos, pero con una temática humana más allá de los géneros. Se trata de las pérdidas, qué ganamos cuando perdemos. Una mirada positiva de la pérdida sin dejar de reconocer su dolor.

Por otro lado, tengo pendiente buscar editorial infantil para unos cuentos escritos en catalán relacionados con la identificación de las emociones básicas ligadas a actividades educativas para niños entre los 4 y los 6 años. Por último, quiero hacer crecer los talleres de escritura terapéutica o los de acompañamiento en la escritura como proyecto literario, porque allí verdaderamente me encuentro.

El 23 de abril es el Día Mundial del Libro. ¿Qué les dirías a las chicas de Leones que quieren ser escritoras?

CP: Que nunca abandonen sus sueños y para lo que sienten que han venido a este mundo: escribir, comunicar, decir. Es difícil vivir de la escritura, pero siempre se pueden encontrar alternativas complementarias. Eso creo y es lo que me hace seguir.

Carla durante una de sus visitas a Leones.

Fotos: Carla Penna.

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