En 1991, en un garaje alquilado al frente de su casa, Carlos Battistoni comenzó a vender guantes para Leones y alrededores. Por entonces, mientras emprendía este desafío, el profesor de Educación Física continuaba dando clases en el Club Sarmiento.
Casi 35 años después, Guantex tiene 6 sucursales en todo el país y una filial en Paraguay, donde fabrica guantes y accesorios de cuero. En esta Pyme leonense trabajan cerca de 180 personas a las que se les suman 80 en el país vecino.
En ese sentido, uno de los objetivos de la firma es la formación permanente de sus operarios a través de capacitaciones en la fábrica, ya que no existen instancias de aprendizaje específicas sobre este rubro en las escuelas técnicas de la zona.

De un garaje a la sede en Paraguay
Oriundo de Córdoba, Carlos Battistoni se radicó en Leones a los 24 años. “Me crié en la casa de un docente. Para mí fue un desafío entender cómo era el rubro, dónde se vendía o se debía comprar. Poco a poco, me fue generando entusiasmo y expectativas hasta que en 2012 creamos Guantex S.R.L.”, cuenta Carlos, quien hoy comparte la dirección junto a 3 de sus 4 hijos: Lucas, Virginia y Franco. Florencia optó por la odontología.


En la actualidad, este grupo empresarial especializado en seguridad e higiene industrial está organizado en 5 firmas: Guantex seguridad industrial, Smart Supplier, Ecotex, Evolution in Safety y Guantex división bomberos.
Otra empresa es ZB, la fábrica de guantes industriales tejidos, mangas y ropa anticortes. “Con ella fuimos creando un portfolio que nos permitió incursionar con una fortaleza distinta, ya que éramos dueños del producto”, le comenta Battistoni a Nuevo Día.


Guantex se especializa en guantes, “el origen y ADN de la empresa”, según su director. Dentro de sus líneas también ofrece productos que le permiten tener presencia en diversos rubros: desde las industrias metalúrgica y alimenticia hasta autopartistas, empresas de servicio y la metalúrgica del agro.
Con el tiempo, la Pyme local fue ampliando no sólo la cantidad de sucursales sino también su cartera de clientes. Hoy, trabaja para firmas líderes como Bunge, Aceitera General Deheza, Monsanto, Minera Rio Tinto, Ledesma, Gestam, SACDE, Techint, Coca-Cola, Swift y Granja Tres Arroyo, entre otras.
¿De qué modo fueron surgiendo las sucursales?
CB: La primera fue en Córdoba, y con ese modelo iniciamos después otras en Rosario, Salta, Catamarca y San Juan. Estas 3 últimas, muy orientadas a la actividad minera. La más nueva está en el parque industrial de Pilar, Buenos Aires. Eso nos permitió pasar de distribuidor local a regional y ahora, a estar presentes a nivel nacional. A través de las sucursales, hemos logrado más penetración y presencia en clientes de todo el país.

La empresa también importa, exporta y fabrica en el exterior ¿cómo fueron articulando todo eso?
CB: Tenemos una presencia fuerte en el mercado, ya que nos dedicamos a importar guantes sintéticos industriales. A su vez, fabricamos guantes tejidos en Leones y guantes de cuero en nuestra fábrica de la ciudad paraguaya de Ybycuí, con respaldo de forros sintéticos que tejemos aquí. En Paraguay, trabajan 80 personas. Allí también se hacen todos los accesorios de cuero para protección en el ámbito de la industria.
Los guantes tejidos que exportan, ¿se hacen en la planta local de ZB?
CB: Sí, un hecho para destacar es que ZB Argentina exporta a Brasil y Paraguay. En el primer país tenemos un cliente importante, que pertenece a un grupo inglés, abastecedor de seguridad industrial en frigoríficos. Brasil es el país con mayor faena en el mundo, tanto de carne vacuna como de cerdo y pollo. Este distribuidor mayorista, nuestro cliente insignia, nos ha permitido crecer desde que se abrió la fábrica. Lo hemos sostenido desde hace más de 7 años, y eso nos da una ventaja en volumen y calidad por su nivel de exigencia. En Paraguay, donde también hay gran presencia de frigoríficos, exportamos guantes especiales.


Tiempo de cambios
“El logro más importante es poder trabajar con mis hijos, porque eso no solo genera confianza -ya que ellos son jóvenes y necesitan hacer crecer a la empresa- sino también porque ellos le darán continuidad. Es una renovación en el tiempo y una tranquilidad para los empleados jóvenes, proveedores y clientes”, asegura Battistoni al ser consultado sobre el principal logro en estas décadas.

Camino a cumplir 35 años, Guantex tiene como objetivo adaptarse al contexto nacional e internacional, tomando como desafío no sólo las nuevas reglas de la economía sino también la incidencia de la tecnología y la inteligencia artificial.
¿Cómo viene influyendo el contexto económico del país?
CB: Nos encontramos en una primera etapa donde estamos viendo los cambios, pero todavía no han empezado a dar resultados. Ahora, nos sentimos más seguros para exportar o importar. En algunos momentos, por ejemplo, no podíamos traer repuestos, plaquetas, agujas y eso nos generaba dificultad. A veces, teníamos trabajo, pero las máquinas no estaban en condiciones. Otras, nos costó traer materia prima importada.
Hoy, eso está más aceitado, pero también hay que entender que, al abrirse el mercado, van a entrar productos que compiten con los que nosotros fabricamos. Ojalá que este gobierno y los que vengan entiendan que para competir con otros países se necesita igualdad de condiciones.

¿Cuál es el objetivo ante estas transformaciones?
CB: Como objetivo importante para este año es adecuarnos al cambio de Argentina. No estoy refiriéndome a si es bueno o malo. El país ha cambiado y el tiempo dirá si lo ha hecho para bien. Nosotros debemos adecuarnos a los nuevos tiempos, pero no tan solo de nuestro país, sino también a la estructura que está tomando el mundo en cuanto a importaciones, exportaciones, libre mercado, aranceles. Este año, en lo que más hemos hecho hincapié es en tener adaptabilidad a los cambios de época.
Si queremos seguir creciendo, tendremos que hacer cambios, ajustarnos, incorporar muchísima tecnología. Hoy, la inteligencia artificial viene a modificar todas las estructuras de compra, de venta, de desarrollo de productos y no le pasa al país porque ha cambiado políticamente, este es un cambio para el mundo.

Fotos: Nuevo Día.